El Liverpool venció al Everton por 2-1 en un vibrante derbi de Merseyside disputado en Anfield, correspondiente a la quinta jornada de la Premier League.
Con este triunfo, los Reds mantienen su pleno de victorias en el arranque de la temporada, consolidándose como líderes del campeonato.
El equipo dirigido por Arne Slot mostró su mejor versión en los primeros treinta minutos, con un fútbol vertiginoso y preciso que le permitió adelantarse en el marcador gracias a un doblete del neerlandés Ryan Gravenberch, quien se está consolidando como una pieza clave en el mediocampo.
El joven centrocampista aprovechó dos errores defensivos del Everton para marcar en los minutos 12 y 27, desatando la euforia en las gradas de Anfield.
Sin embargo, el segundo tiempo fue otra historia. El Liverpool perdió intensidad y solidez, un patrón que se ha repetido en varios partidos esta temporada.
El Everton, lejos de rendirse, encontró espacios y logró descontar con un gol de Idrissa Gueye en el minuto 58, tras una gran jugada colectiva que expuso las debilidades defensivas del campeón.
Slot sorprendió al dejar en el banquillo a sus dos fichajes estrella, Florian Wirtz y Alexander Isak. El alemán aún no se adapta al ritmo frenético de la Premier League, mientras que el sueco sigue recuperando su forma física tras una lesión. A pesar de ello, el técnico neerlandés acertó con su planteamiento inicial y supo gestionar los momentos críticos del partido.
En otro duelo destacado de la jornada, el Manchester United logró una victoria crucial por 2-1 ante el Chelsea en Old Trafford, con goles de Marcus Rashford y Bruno Fernandes. Este resultado da un respiro al técnico Erik ten Hag, que venía siendo cuestionado por el irregular inicio de los Red Devils.