El subsecretario de Prensa del Gobierno, Carlos Estrada, puso a disposición de la presidenta su cargo después del escándalo público en el que se vio envuelto al ser detenido por conducir un vehículo en aparente estado de ebriedad e insultar a agentes de la Policía Nacional.
Ante esta «indeseable situación que hoy afecta mi honorabilidad y mi prestancia social», Estrada ha ofrecido su renuncia a la presidenta Castro «con el ánimo de velar por el bien común antes que por situaciones personales», según comunicó el funcionario en su cuenta “X”.
En su mensaje de despedida, Estrada agradeció a la presidenta Castro «por su apoyo en este ciclo gubernamental» y aseguró que continuará con disciplina y convicción partidaria desde el Gabinete de Gobierno en el proceso de #Refundación, el cual es liderado por la presidenta junto a su Pueblo.
El escándalo se desató a través de un video que circuló en redes sociales, donde se ve al funcionario con las esposas en sus manos discutiendo con los agentes de la Policía Nacional. Estrada reclamó en varias ocasiones que «ya no estamos en dictadura, ¿cómo se le ocurre que va a hacer eso?», en referencia a su detención.
El informe de las autoridades policiales señala que Estrada fue detenido por conducir bajo los efectos del alcohol y por faltar al respeto a los agentes del orden.
A pesar de no desmentir que estaba alcoholizado, Estrada argumentó que su detención fue injusta y denunció que una vez esposado y en el suelo, recibió patadas.
En redes sociales, la opinión generalizada fue que las acciones de Estrada no son propias de un funcionario en un alto cargo, especialmente siendo responsable de la comunicación del Gobierno de la presidenta, Xiomara de Zelaya.