COMAYAGUA, Honduras. – La luz del Mundo, continua en pleno crecimiento a nivel mundial, dado el incremento de sus fieles que se ve reflejado en ceremonias de bautismos en más de 60 países en los 5 continentes.
Y en Honduras no es la excepción, la iglesia ha aperturado nuevos templo para la gloria de Dios.
Entre alabanzas de adoración a Dios y la alegría de los presentes, se realizó la inauguración de un majestuoso templo en la colonia 1° de Mayo de la ciudad histórica de Comayagua.
La ceremonia de inauguración fue presidida por el Pastor Evangelista Jesús Servellón, delegado Apostólico que, llevando un mensaje de reflexión, a los cientos de feligreses reunidos, visitas e invitados de las iglesias aledañas, cortaba la cinta y abría las puertas de la casa de oración, quedando así, oficialmente realizada la inauguración.
Saruel Galeano, director del coro de esta localidad apuntó, “no cabe duda que esta obra, es reflejo de la fe y el amor de la iglesia de Comayagua, que a través de su unidad y esfuerzo contribuyeron a la culminación de este magno proyecto”.
Alex Portillo, diácono evangelista de la iglesia, acentuó: “Esta es una obra arquitectónica, erigida para ser consagrada como lugar de adoración a Dios, destaca por su imponente altura y tiene capacidad para 240 fieles que asisten a diario a adorar a Dios, cuenta con mezanine, pila bautismal, área de ministerio y detalles en acabados que aumentan su majestuosidad”.
Situada en un extenso valle del mismo nombre, Comayagua se encuentra en el corazón del continente americano y en el centro del país. Fue fundada como Villa el 8 de diciembre de 1537, fue la capital de la Provincia de Honduras durante la colonia, cuenta con 180,429 habitantes, tiene una extensión territorial de 5,196.4 km² y se destaca como un sobresaliente patrimonio histórico y cultural.
Rachel Díaz invitada especial expresó, “esta edificación aumenta la belleza del paisajismo cultural de Comayagua, contando con un diseño moderno, pero en armonía con el entorno” .
La Luz del Mundo en Honduras, da testimonio del engrandecimiento de la Iglesia, a través de sus obras, cuyo beneficio no solo se limita a sus feligreses, sino también trasciende a la sociedad en general, favoreciendo la unidad familiar, el rescate de valores, promoviendo el emprendimiento y desarrollo integral en las personas, por ello muestra su compromiso de seguir trabajando en pro del bien de todos los hondureños.