La viralidad digital en Honduras encontró un nuevo combustible con la aparición de la supuesta “lista de infieles de la UNAH”, un archivo en formato Excel que circula en redes sociales y que ha encendido debates, nervios y memes a gran velocidad.
El documento, según quienes lo han visto, incluye nombres completos, carreras universitarias, edades, lugares de residencia y hasta una “razón” que pretende justificar por qué alguien aparece señalado.
La tendencia explotó en TikTok, donde la cuenta @barbiebiologa2525 presentó el misterioso archivo como si se tratara de un catálogo anónimo editable.
En sus primeras versiones, el Excel estaba disponible mediante enlace público, pero ahora solo puede solicitarse por mensaje directo, lo que ha disparado la curiosidad y el temor de los usuarios.

Capturas compartidas muestran un documento colaborativo, editado por decenas de personas sin rostro, sin filtros ni verificación: cualquiera podía agregar nombres o inventar acusaciones con solo presionar “enter”.
El fenómeno ha generado un choque entre quienes lo ven como entretenimiento pasajero y quienes lo consideran un atentado directo contra la privacidad y la reputación.
Aunque el origen del archivo sigue sin confirmarse, medios locales señalan que la tendencia no nació en Honduras. Se trata de una ola internacional que comenzó en Perú y se expandió por Ecuador, Chile, Colombia y Bolivia, antes de aterrizar en suelo catracho.
En cada país ha dejado el mismo patrón: viralidad explosiva, debates éticos, memes y advertencias legales sobre el riesgo de difundir datos personales sin consentimiento.
La “lista de infieles” se ha convertido en un espejo de los dilemas digitales actuales: entre el morbo y el entretenimiento, y la necesidad urgente de proteger la privacidad en tiempos de hiperconectividad.