La herida de la segregación se ha reabierto este viernes después de que el congreso de Tennessee, liderado por los republicanos, expulsará el jueves a dos demócratas afroestadounidenses que se manifestaron para pedir el control de armas, una medida que algunos consideran “racista”.
Esta rarísima iniciativa, que la Cámara de Representantes de este estado del sur del país aplicó a dos demócratas afroestadounidenses pero no a una tercera congresista blanca, sorprendió incluso en Washington, donde el presidente Joe Biden la calificó de “impactante” y “antidemocrática”.
“Silenciar las voces de dos miembros negros por protestar pacíficamente contra la violencia armada no solo es racista, sino también un cambio radical de las reglas y tradiciones democráticas sobre las que se fundó nuestra nación”, tuiteó la congresista demócrata Yvette Clarke.
El 30 de marzo, pocos días después de un tiroteo en un colegio cristiano en Nashville, Justin Jones, Justin Pearson y Gloria Johnson se unieron a cientos de manifestantes en el recinto del parlamento para exigir una regulación más estricta de las armas de fuego.
Los manifestantes entraron en el Congreso de Tennessee para llamar la atención de los congresistas, que estaban reunidos.
Jones y Pearson usaron un megáfono para invitar a los manifestantes a gritar consignas como “Poder para el pueblo” y “No hay paz sin acción”, según varios medios de comunicación.
El jueves, sus colegas republicanos los sancionaron.
“Ayer parecía un juicio de la era Jim Crow”, afirmó este viernes en rueda de prensa Jesse Chism, el vicepresidente del grupo parlamentario negro en el parlamento de Tennessee, en alusión a las leyes segregacionistas vigentes para algunos hasta mediados del siglo XX.
La congresista Gloria Johnson, que eludió por poco la expulsión, tiene claros los motivos.
“Creo que está bastante claro: soy una mujer blanca de sesenta años y ellos dos jóvenes negros”, dijo.
Justin Jones y Justin Pearson protestaron contra la exclusión, lo que les ha valido elogios en las redes sociales y una foto de ellos levantando los puños se ha vuelto viral.
Es “un precedente muy peligroso para la nación”, dijo Justin Jones a MSNBC. “Si no me dijeras que esto me estaba pasando, pensaría que estábamos en 1963 en lugar de en 2023 porque lo que estamos viendo es una gran mayoría predominantemente blanca, deshaciendo la democracia”, agregó y estimó que los hechos se deben investigar.