El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH), presentó un estudio de impacto sectorial sobre la pesca industrial por buceo en Honduras que revela las graves y sistemas violaciones a los derechos humanos que se cometen contra los buzos miskitos que trabajan en esta actividad.
El estudio fue realizado con el apoyo del Instituto Danés de Derechos Humanos (DIHR) y el proyecto Océanos Sostenibles de la Agencia Sueca para el Desarrollo Internacional (ASDI), con el fin de evaluar la situación de los derechos humanos en el contexto de las actividades de dicho sector económico en la región de Gracias a Dios, en el Caribe hondureño.
El estudio que se centró en el sector de la pesca por buceo industrial de langosta, pepino de mar, en el país, busca dinamizar la respuesta práctica a los impactos sobre los derechos humanos asociados a dicha actividad que es realizada, principalmente, por integrantes del pueblo indígena Miskito.
Gracias a Dios, es un departamento aislado del resto del país y cuya población enfrenta altos niveles de pobreza y privación de derechos humanos, así como una débil presencia del Estado. El buceo y la pesca tienen una dimensión cultural para los miskitos y para muchos de ellos constituye su principal fuente de subsistencia.
Según el CONADEH, el sector de la pesca de buceo industrial, en Honduras, proporciona una importante fuente de ingresos a los buzos miskitos, sin embargo, también genera riesgos a los derechos humanos para ellos y sus familiares.
Se estima que el 27% de la población total del departamento de Gracias a Dios depende directamente de los ingresos que genera la actividad de la pesca submarina. Esto significa que, un poco más de un cuarto de la población de La Mosquitia obtiene ingresos económicos procedentes de la actividad del buceo.
El estudio revela que el principal problema de derechos humanos en el sector de la pesca de buceo, en Honduras, son las pobres condiciones de trabajo con la que operan los buzos, lo que a veces conduce a accidentes de descompresión que pueden provocar consecuencias para la salud, discapacidades e incluso la muerte.
También identifica que, la falta de condiciones de trabajo justas y favorables, no tener acceso a la seguridad social, así como una remuneración digna, la falta de acceso a la justicia, el iniciar desde temprana edad labores que puedan perjudicar la salud, la falta de consulta previa, libre e informada, son parte de los hechos que ponen en riesgo o que afectan los derechos humanos, en el contexto de la pesca industrial por buceo.
En el caso de los buzos misquitos, en condición de discapacidad, el estudio revela que, entre los derechos más violentados está la salud, a vivir de forma independiente, a la movilidad personal, a la habilitación y rehabilitación, así como a un nivel de vida adecuado y a la protección social.
El estudio concluye que, si bien Honduras ha hecho progresos en la mejora de la regulación de la pesca por buceo, existen desafíos significativos para las autoridades estatales en el monitoreo del cumplimiento de la normativa existente y la exigibilidad del respeto de los derechos humanos.
“Persisten obstáculos para que los buzos lesionados reciban atención médica, tanto de emergencia en embarcaciones como una vez que son trasladados a tierra, así como su posterior rehabilitación” señala el informe.
En cuanto a la responsabilidad de las empresas de la industria de la pesca de buceo, que incluye a dueños de las embarcaciones, plantas de procesamiento y compradores internacionales, el estudio revela que tienden a tener un enfoque de derechos humanos centrado en los derechos laborales o la sostenibilidad, situación que, el ente estatal, considerada restringida si se toma en cuenta el amplio espectro de los derechos humanos.
Propietarios de las embarcaciones y las plantas procesadoras, consultados en el marco del estudio, expresaron su voluntad de “integrar los derechos humanos en sus operaciones”, sin embargo, es de señalar que, no cuentan con políticas empresariales formales que reflejen su compromiso.
Si bien hay algunos pasos preliminares sobre la responsabilidad de las empresas, de respetar los derechos humanos, aún no se materializa en el desempeño de la debida diligencia en los términos de los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos, establece el informe.
También se detalla que, hay una serie de obstáculos para el acceso a mecanismos de reparación para los buzos lesionados, entre los cuales menciona el factor económico para su movilización dentro y fuera de la Mosquitia para poder acceder a los mecanismos de reclamación.
Además, el desentendimiento que hay de los propietarios y capitanes de las embarcaciones para proporcionar asistencia económica que conlleve al tratamiento de las enfermedades asociadas al buceo. A eso se suma, la escasa presencia de las instituciones encargadas de documentar los casos.
Otro factor, es la ausencia de mecanismos operativos de denuncia en las empresas, tanto de los propietarios de buques como de las plantas procesadoras, para presentar denuncias por violaciones de derechos humanos.
El CONADEH recomendó, tanto a las autoridades de los entes estatales como al sector empresarial de la industria de la pesca por buceo, que se avance en el aseguramiento de los derechos humanos en el contexto de esta actividad económica.
“La obligación del Estado hondureño de proteger los derechos humanos se centra en la necesidad de mejorar su capacidad de monitoreo y vigilancia efectiva sobre los actores económicos de la industria”.
Mientras que, “la responsabilidad de las empresas debe enfocarse en formalizar su compromiso corporativo de respetar los derechos humanos a través de políticas empresariales en la materia, así como en la realización de la debida diligencia en derechos humanos, siguiendo los estándares de los Principios Rectores sobre Derechos Humanos y Empresas de Naciones Unidas.
En cuanto al acceso a los mecanismos de reparación, el CONADEH exhortó al Estado hondureño a garantizar el efectivo acceso a la justica y, a las empresas para que, adopten mecanismos que permitan, a los afectados, la reclamación de sus derechos humanos.
Hizo un llamado, a todos los actores públicos y empresariales de la pesca industrial por buceo, a aunar esfuerzos con el fin de avanzar en la implementación de las recomendaciones del Estudio de Impacto Sectorial.
A las empresas compradoras internacionales les exhortó para que, con base en sus experiencias y capacidades, contribuyan activamente en el aseguramiento de los derechos humanos en la industria en Honduras.
En agosto del 2021, la Corte Interamericana de los Derechos Humanos condeno al Estado hondureño por violación de una serie de derechos, entre ellos a la vida, la integridad personal, a los derechos del niño al trabajo y sus condiciones justas, equitativas y satisfactorias que garanticen la salud e higiene del trabajador, a la salud, la seguridad social, en perjuicio de 42 misquitos que sufrieron accidentes de buceo mientras trabajaban para empresa privadas.