La Federación Internacional de la Cruz Roja (IFRC) declaró que está “profundamente preocupada” por la decisión de Nicaragua de disolver a su filial en ese país, tras acusarla de violar la neutralidad en las protestas de 2018.
El Congreso de Nicaragua, dominado por el Frente Sandinista del presidente Daniel Ortega, aprobó por unanimidad el miércoles disolver a la Cruz Roja local, que operaba desde 1931, confiscó sus propiedades y la sustituyó por un organismo adscrito al gobierno.
“La IFRC está profundamente preocupada por la disolución de nuestra Sociedad Nacional miembro, la Cruz Roja Nicaragüense”, indicó la Federación en un breve mensaje.
“Esta situación podría poner en riesgo actividades humanitarias muy necesarias en el país, así como el trabajo del personal y el voluntariado”, agregó la IFRC, que agrupa a las sociedades de la Cruz Roja de más de 190 países y tiene una sede regional en Panamá.
Unos diputados nicaragüenses (todos son oficialistas) acusaron a la Cruz Roja local de transgredir las leyes sobre organismos sin fines de lucro y el principio de neutralidad de la organización humanitaria mundial.
Además de la Cruz Roja, más de 2.000 organizaciones privadas han sido proscritas en Nicaragua acusadas de violar las leyes, incluidos gremios de empresarios y universidades católicas.
“En este momento estamos monitoreando de cerca la situación y evaluando la mejor manera de proceder. A partir de los resultados de ese análisis, informaremos sobre nuestros próximos pasos”, indicó la IFRC, que tiene su sede central en Ginebra, la ciudad suiza donde nació la Cruz Roja en 1863.
El miércoles, la oficina regional del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que vela por el cumplimiento de los Convenios de Ginebra de 1949, indicó que había tomado “conocimiento” de la decisión de Managua y la estaba estudiando, sin hacer comentarios.
Las protestas de 2018 se extendieron por al menos tres meses en distintas zonas de Nicaragua y dejaron más de 300 muertos, según la ONU.
El rechazo del gobierno izquierdista de Ortega hacia la Cruz Roja se debe a que sus voluntarios atendieron a manifestantes opositores heridos en las protestas, según medios de oposición (editados en el exterior).
El gobierno de Ortega consideró las protestas como un intento de golpe de Estado promovido por Estados Unidos.
En marzo de 2022, Ortega expulsó del país al delegado del CICR en Nicaragua, Thomas Ess.
La Cruz Roja fue fundada por impulso del banquero suizo Henri Dunant (1828-1910), ganador en 1901 del primer premio Nobel de la Paz, con el fin de socorrer y proteger a las víctimas de conflictos armados.