Cerca de 12 años tiene de estar cerrada la escuela urbana “Bessy De León”, ubicada en el barrio El Faro, luego de convertirla en un albergue temporal para alojar a un grupo de personas desalojadas de las playas de ese sector y que ahora se resisten a ser reubicados en unos espacios cedidos por la comuna porteña.
La escuela, que actualmente es el hogar de casi medio centenar de personas, desde entonces cerró sus actividades y sus alumnos y maestros fueron reubicados en las escuelas Reginald H. Hammer de Campo Rojo y a la Benigno Augusto Estrada, del barrio El Centro.
En principio, los ocupantes de la escuela aceptaron estar en este lugar de manera provisional y hasta se les fijo plazo para que se retiraran, sin embargo, la mayoría no aprobó la reubicación por lo que decidieron no moverse hasta que les “gustara otro lugar donde vivir”.
Han sido infructuosos los esfuerzos de las autoridades educativas y municipales para convencer a estas familias a entregar la escuela para que el centro educativo reinicie clases como lo manda la Secretaría de Educación.
No obstante, en ese lugar, los niños y las mujeres pasan una serie de penurias por el hacinamiento: la mayoría está enferma, disponen de poca agua y cuando llueve el predio de la escuela se inunda de tal suerte que tienen que caminar sobre charcos o pozas de agua contaminada.
Las familias desplazadas dijeron que están preocupadas porque no le dan solución a su problema. Actualmente, agregaron que esperan la resolución a una solicitud presentada al Instituto de la Propiedad, en sus oficinas en la capital, para que les asignen un predio.
Informaron que la municipalidad les comunicó que están tratando de negociar un predio cerca de donde estaban, sin embargo, hay que comprarlo y en este momento no les dicen cuánto es el valor a pagar.
Cabe mencionar que, los alumnos de la escuela “Bessy De León” seguirán en el nuevo año lectivo yendo a recibir sus clases a los barrios cercanos. En ese centro educativo en su momento hasta disponía de un aula tecnológica, cuyas computadoras no se sabe dónde terminaron.