Más de 222 opositores fueron liberados el jueves en Nicaragua por el gobierno de Daniel Ortega, privados de sus derechos políticos, despojados de su nacionalidad y “deportados” hacia Estados Unidos.
El sorpresivo anuncio tiene lugar en momentos en que Ortega enfrenta presiones debido al creciente autoritarismo de su gobierno. Ortega en rueda de prensa negó que haya negociado con Washington las liberaciones.
“No se trataba de negociación, nada, esto debe quedar claro”, dijo.
Un tribunal de Managua confirmó la excarcelación y expulsión de los 222 opositores. Un obispo se negó a ser deportado y volvió la cárcel, dijo Ortega.
Entre ellos se encuentran la exprecandidata presidencial Cristiana Chamorro y su hermano y exministro Pedro Joaquín Chamorro, así como otros políticos que pretendían desafiar a Ortega en los últimos comicios. Ambos son hijos de la exmandataria Violeta Barrios de Chamorro (1990-1997).
También fueron liberados y expulsados a Estados Unidos otros dos integrantes de la familia Chamorro ligados al diario La Prensa, que ahora se edita en internet en el exilio, y la excomandante guerrillera Dora María Téllez.
Funcionarios estadounidenses dijeron que permitirán a los liberados quedarse en el país por al menos dos años y les brindarán apoyo médico y legal.
“Estamos acá en la tierra de la libertad y estamos muy agradecidos”, dijo a periodistas uno de los prisioneros liberados, el economista y exprecandidato presidencial Juan Sebastián Chamorro.
“Han sido 20 meses entre rejas, en una cárcel de máxima seguridad, totalmente incomunicado pero aquí estamos con la frente en alto”, indicó el sobrino político de Violeta Chamorro.
Ortega dijo que el obispo católico Rolando Álvarez, detenido desde agosto por conspiración, rechazó marcharse a Estados Unidos con el grupo de excarcelados.
“Álvarez no quiso acatar lo que manda la ley, lo que manda el Estado de Nicaragua“, indicó Ortega sobre la decisión del obispo de rechazar la orden de expulsión del país.
– Cantan himno en el avión –
En el avión a Washington, los presos liberados cantaron el himno de Nicaragua, según el activista político Félix Maradiaga.
“La nicaraguanidad se lleva yo diría que espiritualmente”, dijo Maradiaga a periodistas sobre el retiro de la nacionalidad a los 222 presos liberados. “Seré nicaragüense hasta el día que me muera”.
El magistrado Octavio Rothschuh, presidente de una sala del Tribunal de Apelaciones de Managua, dijo que las 222 personas fueron “deportadas” por ser “traidores a la patria”.
La vicepresidenta y esposa de Ortega, Rosario Murillo, indicó a medios oficialistas que la decisión fue tomada “en ese interés supremo de nuestra patria de vivir en concordia”.
Algunos nicaragüenses ven la liberación como una señal de buena voluntad hacia Estados Unidos, que ha impuesto sanciones a Managua y saludó la medida. Otros estiman que es para quitarse de encima a los opositores presos.
– Despojados de nacionalidad –
El juez informó que todos fueron privados a perpetuidad de sus derechos políticos, y el gobierno les retirará la nacionalidad nicaragüense.
Por otra parte, el Parlamento integrado por partidarios de Ortega aprobó el jueves una ley según la cual los “traidores a la patria pierden la calidad de nacional nicaragüense”. La norma requiere una segunda aprobación legislativa en el segundo semestre de este año, que se da por descontada.
Centenares de opositores fueron detenidos en Nicaragua en el contexto de la represión que siguió a las protestas que estallaron en 2018 contra Ortega, en el poder desde 2007 y reelegido sucesivamente en comicios cuestionados.
– EEUU saluda “paso constructivo” –
La noticia fue saludada por el gobierno de Estados Unidos y por nicaragüenses exiliados.
El jefe de la diplomacia estadounidense Antony Blinken elogió la liberación y dijo que podría abrir el camino para más diálogo con Ortega.
“La liberación de estos individuos, uno de los cuales es ciudadano estadounidense (…) marca un paso constructivo para abordar los abusos contra los derechos humanos en el país, y abre la puerta a más diálogo entre Estados Unidos y Nicaragua“, dijo Blinken en un comunicado.
Arturo McFields, exembajador de Ortega ante la OEA destituido tras calificar a su país de dictadura y residente ahora en Estados Unidos, dijo a la AFP que “estas personas están siendo desterradas por la dictadura de Nicaragua“.
“En Nicaragua, si alguien es liberado, no tiene esas garantías fundamentales: el derecho a la vida, a la libre movilización, a poder manifestarse y seguir siendo un ciudadano, por eso tienen que salir del país”, afirmó.
El escritor nicaragüense Sergio Ramírez, quien fue vicepresidente de Ortega en su primer mandato (1985-1990), y actualmente está exiliado en España, expresó su satisfacción.
“Hoy es un gran día para la lucha por la libertad de Nicaragua al salir de las cárceles tantos prisioneros injustamente condenados o procesados, cárceles en las que nunca deberían haber estado. Van al destierro, pero van a la libertad”, tuiteó Ramírez.