En un operativo de rastreo de actividad ilícita en la aldea El Lolo, los agentes de la DIPAMPCO, descubrieron una caleta de uniformes, en la capital.
Para evitar los robos, la extorsión que a diario comete la Pandilla 18 en la zona, los elementos de la DIPAPCO, junto a Los Cobras, saturaron la zona y controlando el flujo de personas que se mueven a diario en la zona, de la que se han recibido múltiples denuncias, que en la noche no se les soporta, pues hacen fiestas que terminan con descargas de fusiles de alto poder.
A través del seguimiento que se le hizo a uno de los cabecillas, se detectó que subió lo más alto de la zona, en un área boscosa, en donde escondían más de 15 fatigas militares, las que no eran imitación, si no piezas originales, que sólo utilizan los elementos de las Fuerzas Armadas.