Un momento lleno de emoción, desborde amor y una muestra de un cambio en sus vidas, nueve privados de libertad contrajeron nupcias con sus parejas, que durante el tiempo de conviven en el establecimiento se han convertido en su mayor apoyo y consejeras para mostrar un cambio de comportamiento y dirigirlos hacía un camino cercano a la palabra de Dios.
Ante sus compañeros, autoridades y un notario que realizó las nueve bodas, las parejas se juraron amor eterno y apoyarse y protegerse en la adversidad y prosperidad; en la angustia y la felicidad y sobre todo apoyarse en los tiempos de adversidad o dificultad.
Con sonrisas en sus rostros, las nueve parejas agradecieron a las autoridades penitenciarias por brindarles la oportunidad de formalizar su relación a través del matrimonio.