Una tregua en las altas temperaturas trajo algo de alivio el miércoles tras los incendios forestales en Alberta, al oeste de Canadá, conforme llegan refuerzos para combatir las llamas.
En total, 76 incendios forestales permanecen activos en la provincia, en comparación con los 110 de hace unos días, dijeron las autoridades. Veintitrés todavía se consideran fuera de control
Varias provincias canadienses, y los estados estadounidenses de Oregon y Alaska, enviaron refuerzos para combatir los incendios forestales, que según las autoridades podrían volver a avivarse durante el fin de semana.
“Estamos muy felices de contar con nuevos recursos en camino de nuestros colegas a lo largo de Canadá y Estados Unidos”, dijo la vocera Christie Tucker en una conferencia de prensa.
El número de evacuados debido al impacto del fuego descendió a 24.000 desde los 30.000 del fin de semana pasado, dijeron las autoridades.
En la parte norte de la provincia, algunas poblaciones indígenas como las de la comunidad Cree y Little Red River fueron profundamente afectadas.
“Ha habido una enorme pérdida de infraestructura, no de vidas, gracias a Dios, pero 4.000 personas están evacuadas, más de 150 hogares (…) quedaron destruidos o derribados”, dijo Patty Hajdu, ministro federal de Servicios Indígenas.
“El riesgo de incendio forestal se ha reducido gracias a los esfuerzos por combatir el fuego y al cambio de clima”, dijo el condado de Yellowhead en un comunicado.
Sin embargo, advirtió que “los incendios podrían estar activos en el área”.