El Observatorio de COVID-19 de la Universidad Tecnológica Centroamericana (Unitec) afirma que la pandemia, oficialmente no ha terminado y a pesar del entusiasmo por volver a la normalidad, todavía es arbitrario y prematuro declarar que la pandemia se ha terminado.
En ese contexto recalca que se ha iniciado una transición a la endemia, pero nadie puede asegurar que no habrá rebrotes o que las variantes delta y beta que todavía circulan puedan resurgir. Aunque es menos probable, parte del escenario es que surjan nuevas variantes que causen enfermedad grave.
La gravedad del alto contagio, la mortalidad y las secuelas que hemos afrontado los últimos dos años y medio es tal, que no podemos tomar con ligereza esta etapa final de la pandemia.
En nueve meses no hemos tenido una nueva variante de preocupación, pero recientemente, el doctor Tedros Adhanom, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que “jamás hemos estado en mejor posición para dar fin a la pandemia, aún no estamos allí, aunque veamos luz al final del túnel”.
El Observatorio y Consorcio de Investigadores COVID Honduras, aclaran que se puede hablar de fin de la pandemia cuando haya: reducción sostenida y considerable del número de casos, defunciones, hospitalizaciones y de la tasa de contagio.
Esto necesitaría acompañarse de una relativa estabilidad del genoma viral y un aumento de la inmunidad colectiva natural y vacunal. Si ocurrieran rebrotes, no deben tener nivel de pandemia, es decir, no deben ser globales ni con contagio masivo.
Las autoridades de salud hondureñas deberán presentar un plan para la transición adecuada de la pandemia a la endemia, manteniendo la vigilancia epidemiológica y genómica, continuando la realización de pruebas diagnósticas, definiendo los nuevos esquemas de vacunación y estableciendo centros para monitoreo.