El Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) atraviesa una alarmante crisis de atención especializada: actualmente solo cuenta con un cardiólogo activo para atender a más de 1.2 millones de afiliados en todo el país.
La situación se agravó en las últimas semanas tras la renuncia de al menos cinco especialistas, quienes denunciaron atrasos salariales de hasta seis meses y condiciones laborales insostenibles.
La única cardióloga en funciones, la doctora María Fernanda López, enfrenta una carga de trabajo que supera los 60 pacientes diarios, muchos de ellos con patologías graves como insuficiencia cardíaca, arritmias y riesgo de infarto.
“Estoy haciendo lo humanamente posible, pero esto ya es una emergencia sanitaria”, declaró López en entrevista con medios locales.
Según datos internos del IHSS, el área de cardiología debería contar con al menos ocho especialistas para cubrir la demanda nacional.
Sin embargo, la falta de pagos, contratos irregulares y ausencia de insumos médicos han provocado una fuga masiva de profesionales.

Algunos han migrado al sector privado, mientras otros han optado por salir del país.
La Asociación de Médicos del IHSS emitió un comunicado urgente solicitando la intervención del Congreso Nacional y del Poder Ejecutivo.
“No se trata solo de salarios, sino de garantizar el derecho a la salud de miles de hondureños que cotizan mensualmente al sistema”, señala el documento.
Mientras tanto, pacientes con enfermedades cardiovasculares deben esperar hasta tres meses por una cita o recurrir a clínicas privadas, donde los costos superan los 2,000 lempiras por consulta.
El Ministerio de Salud aún no ha emitido una respuesta oficial, aunque fuentes cercanas indican que se evalúa un plan de emergencia para contratar especialistas de forma temporal.
La crisis del IHSS pone en evidencia el colapso del sistema de salud pública y la urgencia de reformas estructurales que garanticen atención digna y continua.