La Secretaría de Salud de Honduras declaró estado de alerta ante el rápido incremento de casos de tosferina en el país, una enfermedad respiratoria aguda altamente contagiosa que afecta con mayor gravedad a lactantes menores de un año.
La situación despertó preocupación nacional, especialmente por la vulnerabilidad de los recién nacidos que aún no han iniciado su esquema de vacunación.
Hasta el momento, se han reportado 225 casos sospechosos, de los cuales 46 han sido confirmados como positivos por las autoridades sanitarias.
Lamentablemente, el brote ya ha cobrado la vida de cuatro menores de edad, según confirmó Leticia Puerto, técnica del programa de vigilancia de enfermedades prevenibles por vacunación.

Del total de casos confirmados, 32 son bebés menores de un año y 14 de ellos no alcanzan los dos meses, quedando aún fuera del rango para recibir la vacuna pentavalente.
Ante este panorama, Puerto hizo un llamado urgente a los padres y cuidadores: “Es crucial que los niños acudan al centro de salud al cumplir los dos meses para recibir la vacuna pentavalente, que no solo protege contra la tosferina, sino también contra otras enfermedades como difteria, tétanos y hepatitis B”.
Por su parte, el pediatra Francisco Maldonado explicó que la tosferina suele comenzar con síntomas similares a un resfriado, pero rápidamente puede evolucionar a una tos intensa y prolongada, capaz de provocar vómitos, neumonía e incluso la muerte en casos graves.
Maldonado advirtió que los adultos pueden actuar como portadores silenciosos: “Aunque presenten síntomas leves, pueden contagiar fácilmente a menores que no están inmunizados”.
La Secretaría de Salud ya ha iniciado campañas de concienciación y refuerzo de vacunación a nivel nacional, intensificando esfuerzos en comunidades rurales y barrios vulnerables, donde el acceso a servicios médicos es limitado y las tasas de vacunación son más bajas.

Además, se están distribuyendo materiales informativos y se realizan charlas en centros educativos, maternidades y hospitales públicos para alertar sobre la importancia de detectar síntomas respiratorios persistentes.
“Es vital no subestimar una tos que no cede, sobre todo en lactantes y personas con enfermedades crónicas”, recalcó el Ministerio en un comunicado.
El brote de tosferina reabre el debate sobre la cobertura de vacunación en Honduras, la necesidad de reforzar el sistema de salud pública y el rol de la prevención en el primer nivel de atención.
Expertos temen que, de no contenerse a tiempo, la enfermedad podría expandirse aún más y poner en riesgo otras regiones del país.