El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH) pidió al Estado hondureño, más apoyo para las mujeres, madres de familia, muchas de ellas sumidas en la pobreza y afectadas por la violencia, al tiempo que, resaltó la labor que realizan las mujeres que, como jefas de hogar, sostienen unos 960,355 hogares en el país.
Al conmemorarse el Día de la Madre, en Honduras, la titular del CONADEH, Blanca Izaguirre, destacó el importante papel que desempeñan en la crianza y educación de sus hijos y como pilar fundamental de la vida familiar.
Expresó que las mujeres, jefes de hogar, en Honduras, aumenta año con año, muchas de ellas con ingresos que apenas les permiten subsistir junto a sus hijos.
Motivo de preocupación, para la defensora de derechos humanos, es el maltrato y la violencia física y sexual de la que son víctimas muchas mujeres desde temprana edad.
Hemos hecho reiterados llamados, al Estado de Honduras, para que atienda de manera oportuna las denuncias de violencia doméstica, maltrato intrafamiliar que interponen las mujeres, a nivel nacional, para evitar daños irreparables en el seno familiar, indicó.
Datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan que, de 2,514,020 hogares, que hay en Honduras, el 38.2% tiene como jefe de hogar a una mujer, con una edad promedio de 48 años.
Añade que, del total de hogares que tienen como jefe a una mujer, el 44.4% son solteras, el 19.2% viudas y el 16% están en unión libre.
A lo anterior se suma que, el ingreso per cápita promedio para las mujeres jefas de hogar es de unos 4,200 lempiras en el área urbana y de 2,188 en el área rural, cantidades con las cuales se hacen “milagros” para sobrevivir.
Es de destacar que, el 24.4% de las mujeres que ejercen como jefas de hogar trabaja por cuenta propia, mientras que el 18.4% lo hacen como asalariadas.
Víctimas de la violencia
La gerente de defensorías del CONADEH, María José Gálvez, indicó que un alto porcentaje de las mujeres, que son madres solteras, han sido víctimas de violencia psicológica, física y patrimonial por parte de su ex pareja o el padre de sus hijos.
Considera que es indispensable capacitar más al personal que atiende a las mujeres cuando ellas van a interponer la denuncias porque muchas de ellas sufren de revictimización.
Explicó que cuando una mujer es víctima de la violencia es difícil que logre salir de ese círculo, de allí la importancia de brindarle un apoyo inmediato.
Cuestionó que, en el país, hay más acciones reactivas ante la situación que enfrentan las mujeres y lo que se necesitan son acciones preventivas para evitar la violencia.
La violencia doméstica, el maltrato intrafamiliar a medida va creciendo puede ser a una antesala a un femicidio y, es por eso que se necesita atender desde la raíz el problema de violencia que sufren las mujeres en Honduras, advirtió.
Desde muy corta edad muchas mujeres son víctimas de violencia física e incluso de abusos sexuales al obligarlas a tener relaciones forzadas mediante amenazas o intimidación.
Muchas mujeres sufren abuso sexual desde los 12 años ya sea por personas conocidas o desconocidas, familiares, el novio o el exnovio, el padre o el padrastro e incluso del ex esposo o la pareja.
De allí que muchas mujeres resulten embarazadas o ya tengan su primer hijo desde temprana edad. El porcentaje de las adolescentes que ya son madres o están embarazadas de su primer hijo, es mayor entre las mujeres del área rural que entre las del área urbana.
En Honduras la tasa de fecundidad se estima en 2.6 hijos por mujer, sin embargo, esta disminuye dependiendo el nivel de escolaridad. Las mujeres sin escolaridad el número de hijos es de cuatro y de 1.4 cuando hay escolaridad superior.
Otro factor a tomar en cuenta es la zona, para el caso en el área rural el promedio es de 2.9 hijos frente a 2.3 en el área urbana.
Desplazamiento forzado afecta cada día a más madres de familia
Gálvez señaló que, en Honduras, muchas madres están siendo víctimas del desplazamiento forzado por violencia algunas por su propia pareja, otras porque como familia son víctimas de amenazas.
Muchas madres actúan en defensa de la familia y protegen a sus hijas e hijos u otros familiares, de cualquier amenaza que pueda provocarles daño, principalmente de grupos criminales. Por esa razón, la afectación directa o indirecta de violencia contra mujeres, se traduce en huir de su lugar de residencia como mecanismo de supervivencia individual y colectiva.
En Honduras, las mujeres constituyen el 53.3 por ciento de la población total, lo que en términos absolutos representa 5,112,114 personas, el 56.7 por ciento se concentra en el área urbana y el 43.3 por ciento, en el área rural.