La madrugada de este miércoles, un nuevo episodio de violencia sacudió la ruta Kennedy-Centro en la capital hondureña, cuando sujetos desconocidos a bordo de una motocicleta abrieron fuego contra dos unidades de taxi colectivo.
El ataque, ocurrido alrededor de las 5:00 a.m., generó pánico entre transeúntes y conductores, quienes denunciaron el incremento de amenazas por parte de estructuras criminales.
Según reportes policiales, los atacantes dispararon al menos seis veces antes de huir, dejando en poder de los conductores un teléfono celular, presuntamente para coordinar el cobro de extorsión.

El hecho se suma a una serie de agresiones que han paralizado el servicio en varios puntos de la ciudad, especialmente en la colonia Kennedy, donde operan más de 200 unidades que movilizan a miles de usuarios diariamente.
La División Policial Anti Maras y Pandillas contra el Crimen Organizado (Dipampco) desplegó equipos de investigación en la zona, mientras revisan cámaras de seguridad para identificar a los responsables, del grupo delincuencial “Los Chirizos”, que mantiene una ola de miedo sobre los taxistas.
El portavoz de la entidad, Mario Fu, señaló que el ataque podría ser una represalia ante los operativos recientes contra redes de extorsión.

El dirigente del transporte, Wilmer Cálix, reveló que en lo que va del año se han registrado 28 asesinatos de transportistas y que las bandas criminales han recaudado más de 250 millones de lempiras mediante extorsión.
La Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) advirtió que, pese al estado de excepción vigente desde diciembre de 2022, los delitos de extorsión y homicidio han aumentado.
Ante el temor, varios conductores han suspendido sus labores, dejando vacíos los puntos de taxis en Kennedy y el centro.
“Antes era una banda, ahora son tres las que cobran”, denunció un taxista. Los trabajadores exigen protección urgente para continuar brindando el servicio sin poner en riesgo sus vidas.