La comunidad de El Pedernal, perteneciente al municipio de El Porvenir, en el departamento de Francisco Morazán, se encuentra consternada por la muerte de una niña de apenas cuatro años, quien falleció como consecuencia de un presunto ataque de un perro en las últimas horas.
El incidente ocurrió el lunes 4 de agosto, cuando la menor fue trasladada de urgencia al Materno Infantil del Hospital Escuela en Tegucigalpa, debido a la gravedad de las heridas provocadas, aparentemente, por la mordida del animal. A pesar de los esfuerzos del equipo médico, la niña perdió la vida el martes por complicaciones derivadas de las lesiones.
La información fue confirmada por la portavoz del Ministerio Público, Lorena Cálix, quien señaló que el caso fue remitido a Medicina Forense para su análisis respectivo.
PROTOCOLO FORENSE

La identidad de la menor se mantiene en reserva por razones de privacidad, mientras que autoridades locales han iniciado una investigación para esclarecer los hechos.
El cuerpo fue trasladado a la morgue del Ministerio Público, donde se realizará una autopsia para determinar con precisión la causa del deceso y verificar si las heridas son compatibles con mordidas de animal.
Vecinos del sector manifestaron su preocupación por la creciente presencia de perros en situación de abandono, que deambulan sin control en las calles de varias aldeas del municipio.
“No es la primera vez que vemos a niños correr peligro por animales que nadie cuida”, expresó un poblador que prefirió mantener el anonimato.

Organizaciones locales están exigiendo a las autoridades municipales mayor supervisión y políticas claras para el control de fauna urbana, incluyendo campañas de vacunación, adopción responsable y vigilancia veterinaria.
Especialistas en salud pública advierten que los ataques por animales pueden derivar en infecciones graves, traumas físicos y psicológicos, especialmente en niños.
La Ley de Bienestar Animal en Honduras contempla sanciones para propietarios irresponsables, pero su aplicación continúa siendo limitada.
El lamentable fallecimiento de esta niña reabre el debate sobre la convivencia segura entre humanos y animales en zonas rurales y urbanas, así como la necesidad urgente de implementar estrategias efectivas para prevenir tragedias similares.