El taxista, Mario Alexander Flores Rivas, fue asesinado de varios impactos de bala en la colonia El Pedregalito, ubicada en el municipio del Distrito Central.
Este trágico incidente resalta la alarmante ola de homicidios que afecta a la capital hondureña.
Según información preliminar, el ataque ocurrió mientras Flores Rivas se encontraba en el interior de su taxi.

Sin mediar palabra, hombres armados asaltaron la unidad y abrieron fuego contra él, causándole la muerte de inmediato.
Tras perpetrar el crimen, los agresores huyeron del lugar en una dirección desconocida, lo que complicó la posibilidad de que las autoridades los capturaran.
El cuerpo de Mario Alexander Flores fue encontrado boca abajo, junto a su vehículo, evidenciando la brutalidad del ataque. Este tipo de violencia se ha vuelto preocupantemente común en el país, donde los taxistas a menudo se convierten en víctimas de la delincuencia organizada.
Según cifras proporcionadas por el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), se reporta una media de siete muertes diarias en hechos criminales. Este dato pone de manifiesto la grave crisis de seguridad que enfrenta el país, donde el aumento de homicidios y la impunidad son alarmantes.
La comunidad de El Pedregalito y otras zonas aledañas se sienten cada vez más inseguras ante un panorama de violencia que parece no tener fin. Los familiares y amigos de Flores Rivas, así como otros trabajadores del sector del transporte, han expresado su miedo y preocupación por el incremento de estos actos delictivos.

Las autoridades han instado a la población a colaborar en la denuncia de actividades sospechosas, al tiempo que se intensifican las operaciones de seguridad.
Sin embargo, muchos ciudadanos continúan cuestionando la efectividad de las medidas implementadas, demandando respuestas contundentes y garantías para su seguridad en el día a día.
Este crimen, y otros similares, subrayan la urgente necesidad de abordar las raíces de la violencia en Honduras para restaurar la seguridad y la confianza de sus habitantes.