Una mujer y su hija, migrantes de nacionalidad hondureña, murieron en México por intoxicación de monóxido de carbono, mientras descansaban en una vivienda, en su ruta hacia el anhelado “sueño americano”, lamentó el cónsul en la nación azteca, Héctor Amador.
Las connacionales de 32 y 13 años, respectivamente, serán repatriadas a Honduras en los próximos días, agregó Amador, quien de momento prefirió no dar a conocer el nombre de las víctimas, solo trascendió que eran originarias del departamento de El Paraíso, en la zona oriente de Honduras.
El diplomático aseguró que los familiares ya fueron informados sobre este lamentable suceso que arrebató la vida a esta compatriota que junto a su niña salieron en busca de mejores oportunidades.
Las autoridades consulares hondureñas informarán en las próximas horas la identidad de las fallecidas, mientras proceden con gestiones para repatriar los cuerpos, puntualizó Amador.
La intoxicación por monóxido de carbono sucede cuando se acumula este gas en la sangre. Cuando hay demasiado monóxido de carbono en el aire, el cuerpo reemplaza el oxígeno en los glóbulos rojos por monóxido de carbono. Esto puede generar un daño grave en los tejidos o incluso la muerte.
Esta modalidad de fallecimiento se conoce como “la muerte dulce” porque las personas al inhalar el monóxido expiran de forma rápida y sin ningún tipo de sufrimiento físico.
El monóxido de carbono es un gas que no tiene olor, sabor ni color. Los combustibles, como el gas, la madera, el propano o el alcohol, producen monóxido de carbono al hacer combustión.
Los artefactos y los motores que no tienen buena ventilación pueden hacer que el gas se acumule hasta alcanzar niveles peligrosos. Los espacios muy cerrados hacen que la acumulación sea peor, alertaron expertos.