Comayagüela. Un enfrentamiento armado se registró en el sector de El Lolo, Comayagüela, exactamente atrás de la Iglesia León de Judá, cuando antisociales abrieron fuego contra miembros de la Unidad Metropolitana de Policía Número 2 (UMEP-2) y de la Dirección Policial Anti-Maras y Pandillas contra el Crimen Organizado (DIpampco), informó la Policía Nacional.
El hecho se produjo mientras las autoridades policiales desarrollaban una operación de identificación de zonas de influencia de la Pandilla 18, vinculada a delitos de extorsión y asaltos a jóvenes estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), especialmente en unidades de transporte público que cubren distintas rutas hacia el campus universitario.
Gracias a la rápida reacción de los equipos policiales en el sector y al apoyo de las Fuerzas Especiales de la Policía Nacional, se logró la captura de dos sospechosos integrantes de la pandilla, quienes fueron encontrados en posesión de armas de fuego.
Durante el intercambio de disparos, dos miembros activos de la organización criminal fallecieron en el lugar, únicamente identificados como alias “El Riesgo” y alias “Canavi”.
ATACAN A UNIFORMADOS
Ambos se encontraban fuertemente armados con dos fusiles AR-15 calibre 5.56 milímetros y una pistola calibre 9 milímetros, y presentaban múltiples tatuajes distintivos de dicha estructura criminal, confirmando su vinculación a actividades ilícitas.
Durante la operación, los elementos policiales fueron atacados con armas de fuego mientras realizaban patrullajes en el área, lo que obligó a una respuesta inmediata y proporcional por parte de los uniformados.
Las investigaciones preliminares revelan que uno de los occisos, alias “Canavi”, es el responsable del asesinato del inspector de Policía, Julio Ernesto Cáceres Sánchez, quien estaba asignado a la Dirección Policial Anti Maras y Pandillas Contra el Crimen Organizado (Dipampco), hecho ocurrido en mayo de 2023, en la colonia Buenas Nuevas, también en la capital.
Cáceres es recordado como un oficial valiente y comprometido, quien recibió un ascenso póstumo a inspector de policía tras morir en cumplimiento del deber.
Por otra parte, el otro pandillero fallecido, alias “El Riesgo”, cuyo verdadero nombre está en proceso de confirmación pericial, era el principal cabecilla de la pandilla 18 en El Lolo y zonas aledañas. Este sujeto dirigía las actividades de extorsión, sicariato, tráfico de drogas y control territorial.
HISTORIAL DELICTIVO
Tras el asesinato del inspector Cáceres Sánchez, la estructura criminal le cambió el apodo de “El Beyaco” a “El Riesgo” para evitar que fuese detenido.
Se ha establecido que alias “El Riesgo” contaba con un largo historial delictivo. Fue detenido por primera vez en 2016. por el delito de extorsión, recluido en el centro penal Renacer y liberado tras algunos meses.
Posteriormente, en 2017, nuevamente fue capturado por extorsiones a comerciantes en la colonia La Pradera. En al menos tres ocasiones, fue arrestado siendo menor de edad, pero quedó en libertad bajo las medidas previstas para menores infractores.
En 2018, fue aprehendido por tercera vez por extorsionar a negocios en la colonia La Satélite. Sin embargo, logró evadir sentencias firmes y continuó su vida criminal hasta escalar posiciones dentro de la estructura de la pandilla 18, asumiendo control sobre El Lolo, donde coordinaba ejecuciones, cobros de extorsión y distribución de drogas, así como asaltos a estudiantes universitarios de la UNAH.
En el lugar, se capturó además a una mujer y un hombre vinculados a la estructura criminal, quienes fueron puestos a la orden de las autoridades competentes para efectos de investigación.
DATOS
El subcomisionado Osorto Osorto, jefe del sector, reportó que ningún agente policial resultó herido y que las operaciones de rastreo, aseguramiento y levantamiento de indicios continúan en la zona, a fin de ubicar a otros posibles implicados, armas, drogas o elementos vinculados a actividades delictivas. La operación se enmarca dentro de la ofensiva que lidera la Policía Nacional, a través de sus diferentes Direcciones Nacionales, en coordinación con otras unidades especializadas, con el fin de recuperar el control de sectores influenciados por estructuras criminales.