La violencia volvió a sacudir la capital hondureña con el asesinato de Juan José Izaguirre Ortiz, despachador de buses de 35 años, quien fue ultimado por sujetos desconocidos en la colonia La Rosa, a escasos 200 metros de una estación policial.
El crimen ocurrió frente a la escuela Doctor Modesto Rodas Alvarado y al Instituto Saúl Zelaya Jiménez, en plena jornada escolar. Testigos relataron que Izaguirre, quien tenía problemas de movilidad y utilizaba bastón, se encontraba recibiendo una llamada telefónica cuando dos hombres en motocicleta lo atacaron a quemarropa.
El cuerpo quedó tendido junto a su celular y carnet de identificación, frente a una unidad de transporte.

La escena fue acordonada por agentes de la Policía Nacional y de la Dirección Policial de Investigaciones (DDPI), quienes iniciaron el levantamiento de evidencias. Medicina Forense realizó el retiro del cadáver bajo estrictas medidas de seguridad, mientras vecinos y transeúntes observaban con consternación el despliegue policial.
Hasta el momento, las autoridades no han confirmado el móvil del crimen, aunque empresarios del transporte sospechan que podría estar vinculado al cobro de extorsión, una práctica que mantiene atemorizados a trabajadores del sector en varias zonas de la ciudad.

Este asesinato se suma a una escalada de homicidios en el Distrito Central, que ya supera a Cortés en número de muertes violentas en lo que va del año, con 236 casos registrados hasta este 9 de septiembre.
Organizaciones civiles y gremios del transporte exigen al gobierno reforzar la seguridad en zonas vulnerables y desmantelar las estructuras criminales que operan impunemente.
El crimen de Izaguirre, ocurrido frente a dos centros educativos, pone en evidencia la urgencia de una respuesta institucional firme y coordinada.