En un ambiente de profundo pesar, lágrimas y dolor, agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), despidieron al comisario póstumo de la Policía Nacional, Joel Esteban Vargas Ordóñez, abatido el martes, en cumplimiento del deber en el populoso Chamelecón, en San Pedro Sula, zona norte de Honduras.
Vargas Ordóñez, murió violentamente tras ser emboscado por un grupo de pandilleros al momento que intentaba darle captura a un antisocial acusado de matar, meses atrás, a otro oficial policial en Tegucigalpa.
El comisario caído fue trasladado vía aérea a la capital, para que sus compañeros de armas se despidieran.

Fue así que hombres y mujeres vestidos de azul no pudieron resistir verlo inerte en el ataúd, rompiendo en llanto, entre muestras de impotencia y dolor.
La triste ceremonia de cuerpo presente se desarrolló en el edificio principal de Dirección Policial de Investigaciones (DPI), ubicado en la colonia Kennedy de Tegucigalpa. Vargas Ordóñez fue recordado por su compromiso, pasión, entrega total y compañerismo, virtudes que lo convirtieron en un verdadero héroe policial y en un ejemplo de dedicación al servicio de la patria.
Su labor trascendió más allá de sus funciones, demostrando disciplina, profesionalismo y un profundo amor por la institución, indico el comandante de DPI, Eduardo Antonio Turcios Andrade.
El comisionado general, recordó que el oficial caído se destacó como un funcionario dedicado al trabajo investigativo, desempeñándose en diversas asignaciones dentro de la DPI en la lucha contra la criminalidad.
“En esta dependencia demostró su admirable capacidad de servicio y responsabilidad en cada tarea encomendada, cualidades que lo distinguieron entre sus compañeros como un hombre ejemplar y un investigador invaluable”.
El comisario póstumo de 35 años de edad era originario del departamento de Choluteca, oficial de la 34-2015 promoción de la Academia Nacional Policial (Anapo).

Vargas Ordóñez contaba con más de diez años de servicio ejemplar e ininterrumpido. En este contexto, el director de la DPI, Turcios Andrade, junto al alto mando policial, expresó sus sentidas condolencias a la familia y destacó el ejemplo de servicio del oficial.
“Vargas Ordóñez murió como mueren los verdaderos policías: sirviendo a la patria. Su sacrificio nos recuerda el compromiso y la entrega que representa portar este uniforme con dignidad”, manifestó.
“Más allá del uniforme, fue un padre amoroso y un hombre profundamente
comprometido con su familia, a quienes brindó apoyo incondicional”, destacó por su parte el director general de la Policía Nacional, comisionado general Juan Manuel Aguilar Godoy.
Su sacrificio ha sido reconocido por el alto mando policial, otorgándole un ascenso al grado superior inmediato, Comisario de Policía Póstumo, como muestra de gratitud y respeto a su valentía, lealtad y vocación de servicio.
Este año, al menos seis agentes han fallecido en el cumplimiento de su deber y en toda la administración de gobierno suman 19, de acuerdo con trágicas estadísticas de la Policía Nacional.