Nigeria movilizó a las fuerzas de seguridad para encontrar a más de 200 alumnos secuestrados por hombres armados durante un ataque en una escuela en el noroeste, uno de los mayores plagios registrados en años en este país del oeste de África.
Este secuestro, ocurrido el jueves en el estado de Kaduna, es el segundo en una semana en este país, el más poblado de África, donde bandas criminales armadas atacan habitualmente a sus víctimas en pueblos, escuelas, iglesias o carreteras para pedir rescates.
Un profesor y varios habitantes indicaron que al menos 200 alumnos, posiblemente incluso 280, habían sido secuestrados. Las autoridades del estado confirmaron el plagio en la escuela de Kuriga, pero no detallaron el número de rehenes porque todavía están contabilizándolos.
Al menos una persona murió durante el ataque, según algunos residentes.
Sani Abdulahi, uno de los profesores de la escuela GSS Kuriga, explicó que parte del personal y de los estudiantes pudieron escapar mientras los asaltantes disparaban al aire.
“Estamos intentando determinar el número de niños secuestrados”, declaró a funcionarios locales.
“En la escuela secundaria de Kuriga hay 187 desaparecidos y en la escuela primaria, 125 niños estaban desaparecidos, pero 25 volvieron”, afirmó.
Muhamad Adam, un residente, aseguró que “más de 280” fueron secuestrados.
“Imploramos al gobierno (…) que nos ayude con la seguridad”, pidió Musa Muhamed, otro residente que afirmó que escuchó “disparos de bandidos” a primera hora de la mañana.
– “Lugares seguros” –
Este secuestro se produce pocos días después de otro rapto, la semana pasada en un campo de desplazados del estado de Borno, en el noroeste, en el que fueron secuestradas más de 100 mujeres y niños por presuntos yihadistas.
“He recibido información de los jefes de seguridad sobre ambos incidentes, y confío en que las víctimas serán rescatadas”, afirmó el presidente de Nigeria, Bola Ahmed Tinubu, que ordenó a las fuerzas de seguridad que den caza a los secuestradores.
El mandatario llegó al poder en 2023 prometiendo, como sus predecesores, hacer frente al enorme reto de la inseguridad, provocada entre otros factores por los grupos yihadistas y las bandas que pululan en el noreste.
“Por ahora desconocemos el número de niños o estudiantes secuestrados”, declaró anteriormente el gobernador del estado de Kaduna, Uba Sani, a los periodistas en el lugar. “Ningún niño será abandonado”, aseguró.
Las estimaciones del número de personas secuestradas o desaparecidas en Nigeria suelen disminuir cuando algunos secuestrados que consiguen huir de los asaltantes regresan a sus hogares.
Amnistía Internacional condenó los secuestros en Kaduna e instó a las autoridades a proteger mejor las escuelas. Estas “deberían ser lugares seguros, y ningún niño tendría que elegir entre su educación y su vida”, escribió la oenegé en la red social X.
En los últimos años, centenares de niños y estudiantes sufrieron secuestros en masa en el noroeste y el centro de Nigeria. La mayoría fueron liberados tras pagar un rescate, después de semanas o meses cautivos.
El secuestro del jueves se produce casi diez años después de que los yihadistas de Boko Haram secuestraran a más de 250 alumnas de Chibok, en el noreste de Nigeria, desatando la indignación internacional. Algunas de esas niñas siguen desaparecidas hasta hoy.