Aunque ya pasaron seis meses, el designado presidencial, Salvador Nasralla, presentó un informe de los cien días de su gestión, destacando la donación de su salario y un rosario de quejas y propuestas para mejorar el gobierno, que solo han quedado en buenas intenciones, admitió, porque la presidenta Xiomara Castro no las toma en cuenta.
Acompañado de su equipo de confianza y los diputados de su Partido Salvador de Honduras (PHS), el funcionario comenzó presentando un plan de trabajo, que piensa ejecutar en este período de gobierno, con énfasis en el gobierno digital, promoción del deporte y el combate a la corrupción.
Como lo prometió en campaña, el designado presidencial presentó, asimismo, los cheques de los fondos de donaciones de su salario para la Escuela José Trinidad Cabañas, por 405,443 lempiras, otro de 400 mil para el Centro de Formación Profesional “San Juan Bosco” y otro en blanco, pero destinado para pasajes aéreos para la atleta Alejandra García.
Recalcó que su salario lo deposita a una cuenta y de ahí lo destina a proyectos que él prioriza y tiene idenficados para ayudas futuras.
Además, mencionó otros convenios sobre buena gobernanza con varias organizaciones de la sociedad civil, varios ministerios y entidades internacionales.
Nasralla también destacó su acercamiento con varios ministerios para darles ideas sobre cómo acelerar los procesos burocráticos, lamentando -al mismo tiempo- que “muchas cosas que nosotros pretendemos no se van a poder desarrollar porque lo nuestro es algo científico y que en algunos puestos las personas prefieren continuar con el sistema empírico, que no nos va a llevar a ningún lado”.
“En general yo siento que lo que estamos haciendo va mucho más allá de lo que tradicionalmente hacen los designados presidenciales, una figura que tiene que cambiarse para convertirse en la figura del vicepresidente y que sea solamente uno, pero eso será para el futuro porque en este momento estamos ya montados en el caballo y tenemos que seguir con las leyes actuales”, agregó.
Consultado si no le incomodaba que no le tomaran en cuenta sus ideas, respondió que “no me quejo solamente señaló las decisiones que se han tomado”.
Agregó que seguirá presentando sus ideas, como la industrialización de cáñamo, para que, dentro de dos años, cuando esté funcionando en Costa Rica y Panamá, que ya implementó esos programas, “la gente va a decir, pucha, pero si Nasralla lo dijo el primer mes que entró como designado presidencial y no le hicimos caso, y así se van ir dando cuenta de cosas que he ido recomendando”.
Nasralla aseguró que hay inversionistas que quieren hacer en Honduras hoteles, carreteras, aeropuertos y exploraciones de petróleo, qué tal vez se hagan, pero no a la velocidad que se require “lenta y empírica”.
En el acto, sugirió a sus diputados en el Congreso un proyecto para eliminar la figura de los tres designados y dejar uno solo de vicepresidente, aunque aclaró que él no es una figura decorativa.
A la pregunta del porqué critica tanto al gobierno de la Presidenta Castro, Nasralla respondió: “Yo no estoy criticando al gobierno, porque soy parte del gobierno pero si vos y yo vivimos en la misma casa, que es el gobierno de la alianza, tu obligación es decir qué cosas hay que hacer si sabes cómo hacerlas, o sea, si hay una llave mala y vos la sabés cambiar, vos tenes que cambiarla, que los demás de la casa no sepan cambiar la llave no quiere decir que la llave se va a quedar mala”.
Agregó que “en Honduras se tiene que tomar en cuenta, y lo digo con mucho respeto, a las personas que saben, intrínseca, cuesta mucho tirarse flores uno mismo pero es que cuando uno tiene casi 70 años se ha pasado y conoce de energía y estudió y fui un crítico permanente de las cosas que no se hicieron a tiempo, tengo derecho a decirlo, no es crítica”.