“Decidí aceptar la petición que me han hecho amigos y amigas, compañeros de lucha, hondureñas y hondureños a lo largo y ancho del país, de ser candidato a la presidencia de Honduras”, expresó Jorge Cálix.
Cálix mencionó que no fue fácil tomar la decisión de ser precandidato presidencial, pero tiene “ideas nuevas” y deseos de hacer las cosas de manera diferente por Honduras.
Según las declaraciones del congresista, el Gobierno del partido Libertad y Refundación (Libre), -dirigido por la presidenta Xiomara Castro-, ha avanzado “pero no lo suficiente” para lograr la refundación de Honduras.
“Hay que reconocer el problema: el problema es que al pueblo de Honduras se le prometió refundación y, lamentablemente, hemos dado pocos pasos en esa dirección”, indicó Jorge Cálix.
En ese sentido, el legislador sostuvo que tanto el partido como el país necesitan “devolverle la ilusión al pueblo hondureño, cumplir con nuestras promesas y resolver los temas que han quedado pendientes”.
“Estoy seguro de que podemos hacerlo mejor. Tenemos la obligación de hacerlo mejor. Tenemos una responsabilidad, con nuestros votantes, con los hondureños, con las hondureñas, con el país y con la historia”, agregó.
Cálix afirmó que asume el compromiso de trabajar sin descanso para unir al país. “Quiero trabajar por construir una Honduras incluyente, donde todas y todos tengamos un objetivo común: hacer que el país avance”.
Jorge Cálix es el segundo precandidato presidencial que se suma a los movimientos internos de Libre, después del anuncio oficial de la exministra de Finanzas, Rixi Moncada.
FUERZA JOVEN
El diputado de Libertad y Refundación (Libre), Jorge Cálix, manifestó que al pueblo “se le prometió refundación y hemos dado pocos pasos en esa dirección”.
Cálix dijo que “el 28 de noviembre de 2021, los hondureños y hondureñas, toda Honduras dijimos basta ya de gobiernos caóticos, corruptos y plegados al narcotráfico. En las calles, y entre nuestras familias, había esperanza e ilusión”.
Habíamos logrado recuperar nuestro país, tras años de muchísimo esfuerzo y lucha constante, recordó.
Hoy, sin embargo, veo con profunda tristeza que esa ilusión se ha apagado, poco a poco. Hemos avanzado, pero no lo suficiente.
Hay que reconocer el problema: El problema es que al pueblo de Honduras se le prometió refundación y, lamentablemente, hemos dado pocos pasos en esa dirección.
Necesitamos, como partido y como país, devolverle la ilusión al pueblo hondureño.
Cumplir con nuestras promesas y resolver los temas que han quedado pendientes.
Estoy seguro de que podemos hacerlo mejor. Tenemos la obligación de hacerlo mejor. Tenemos una responsabilidad, con nuestros votantes, con los hondureños, con las hondureñas, con el país y con la historia.
En ese sentido, quiero compartir con todos ustedes que he decidido aceptar la petición que me han hecho amigos y amigas, compañeros de lucha, hondureñas y hondureños que he abrazado a lo largo y ancho del país, de ser candidato a presidencia de Honduras.
La verdad, no fue una decisión fácil de tomar, pero siento, sinceramente, que tengo mucho para aportar. Estoy listo. Tengo ideas nuevas. Tengo ganas de hacer las cosas distintas. Tengo voluntad. Y por sobre todas las cosas, amo profundamente a mi país.
Entiendo que algunos prefieren que me quede en casa. Sé perfectamente que la batalla que se avecina será dura y larga, pero recordemos siempre que nada puede resistirse al poder de millones de personas que exigen un cambio.
Nos han dicho que no podremos lograrlo. Que no nos van a dejar llegar. Que Honduras no va a cambiar y que estamos perdiendo el tiempo.
Nos han dicho que no le demos al pueblo hondureño falsas esperanzas.
Lo que no saben los que nos critican, es que, en el maravilloso corazón de los hondureños, no hay nada más fuerte que la esperanza de poder construir una Honduras de oportunidades.
Hoy, asumo el compromiso de trabajar sin descanso para unir al país.
Quiero trabajar por construir una Honduras incluyente, donde todas y todos tengamos un objetivo común: hacer que el país avance.
Los invito a que soñemos juntos y a que luchemos por hacer realidad el sueño de 10 millones de hondureños: qué Honduras sea un país de oportunidades para todos.
La competencia, cuando es sana y justa, es buena y será mejor para todos y todas.
Aprovecho para felicitar a todos los padres de Honduras en su día. Y quiero enviarle hasta el cielo un beso y un abrazo a mi papi. En días como hoy, es cuando más me hace falta su consejo.
Pero sé que, si estuviera aquí, estaría orgulloso de la decisión que he tomado el día de hoy.