—— En el Complejo Tulipanes de Villanueva, Cortés, la gente salió a agradecer el apoyo del gobierno del Partido Nacional durante las tormentas Eta e Iota.
Cuando Ana García llegó al Complejo Tulipanes en Villanueva, muchos pobladores salieron a su encuentro, y agradecieron lo que en su momento hizo Juan Orlando Hernández por 140 familias que lo habían perdido todo durante las tormentas tropicales Eta y Iota en 2020.
“Fue una gran obra de parte del Partido Nacional para todas las familias que sufrieron pérdidas importantes durante esas tormentas que dejaron dolor y muchos problemas”, dijo Ana mientras era rodeada por cientos de personas que no paraban de agradecer ese apoyo invaluable.
Explicó que “en su momento el país creció un 12.5 %, pese a la pandemia y esas tormentas, y hoy en día el país sin esos desafíos apenas tiene una perspectiva de crecimiento de 3.4 %, eso denota lo que el Partido Nacional hizo por miles de hondureños”.
Recordó que durante la pandemia y posterior a esos fenómenos naturales el enfoque del gobierno fue la inversión pública, y la construcción del Complejo Tulipanes, por ejemplo, en Villanueva, favoreció a 140 familias, generó empleo y dinamizó la economía.
“Eso es lo que debemos seguir haciendo, entregando viviendas, pisos, techos dignos… porque la gente en este momento no tiene ayudas sociales y tampoco encuentra empleo, entonces se hace necesario hacer justicia social a los hondureños como lo acostumbra el Partido Nacional”, manifestó García.
¡TENGO DONDE VIVIR!
Durante el recorrido, Ana se encontró con doña María Consuelo Narváez, quien muy emocionada y con lágrimas en sus ojos recordó los momentos de dolor y apremio que le tocó vivir durante Eta y Iota, “me llevaron a un albergue, allí me dieron abrigo, comida, y hoy tengo donde vivir, gracias a los proyectos y a las casas que ustedes hicieron”.
La visita de Ana García al Complejo Tulipanes volvió a generar esperanza entre los pobladores y la precandidata de las bases dijo: “volver a ver a esta gente que en su momento tenía necesidad y se pudo solventar parte de sus problemas, refuerza mi idea de servir a Honduras y a todos aquellos que necesitan el apoyo del gobierno”.
También la visita le permitió recordar que su esposo (Juan Orlando) soñaba con hacer ese tipo de obras para los más pobres, “y para que tuvieran la oportunidad de contar con una vivienda propia y vivieran de manera digna”.
Al final dijo: “estas obras demuestran que cuando se quiere, se puede, y aquí está hecho lo que tenemos que volver a hacer para favorecer a los que necesitan de nuestro apoyo”.
Alrededor mujeres y hombres entonces gritaron de alegría y se llenaron de esperanza.