El obispo Roberto Camilleri, de origen maltés, quien fue elegido recientemente como presidente de la Conferencia Episcopal de Honduras, falleció, dejando un vacío en la Iglesia Católica.
Nacido en Malta en 1951, Camilleri fue ordenado sacerdote por el Papa Pablo VI en Roma en 1975. A lo largo de su vida, desempeñó diversas responsabilidades, destacando como maestro de novicios de la Orden Franciscana en Malta y más tarde como obispo auxiliar de Tegucigalpa, desde el 2001.
El obispo, reconocido por su juicio claro y convicciones firmes, asumió la presidencia de la Conferencia Episcopal en junio de este año, sucediendo al obispo Ángel Garachana.
Se conoció, que su salud estaba debilitada, y la semana pasada participó en una reunión de la conferencia episcopal.
El deceso de Camilleri se atribuye a un paro cardíaco, según información proporcionada por la Iglesia Católica.
La pérdida de este líder religioso deja una profunda tristeza en la comunidad católica hondureña, recordando su valioso legado y contribución a la Iglesia y la sociedad.