CITA BÍBLICA
“Se le acercaron entonces los discípulos de Juan y le preguntaron: ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos y tus discípulos no ayunan?
Jesús les contestó:
¿Es que pueden estar tristes los invitados a la boda mientras el novio está con ellos? Llegará un día en que le quitarán al novio; entonces ayunarán”.
Mt 9, 14-15
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REFLEXIÓN
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El ayuno es una de las prácticas más comunes y más extendidas en todas las religiones del mundo.
El cuestionamiento que dirigieron a Jesús los discípulos de Juan Bautista en relación al ayuno, nos lleva a intuir que la imagen que reflejaba Jesús con sus discípulos, era más una imagen festiva que una imagen penitencial.
Juan el Bautista tenía un estilo penitencial, y Jesús, por el contrario, celebrativo.
En nuestra fe predomina la alegría, la celebración y la fiesta.
Cuando Jesús habló del ayuno en el sermón de la montaña, lo hizo en términos festivos: “no pongan cara triste”, “perfúmate la cabeza y lávate la cara”.
Jesús no vino a inaugurar un tipo o estilo de ayuno particular. Fiel al actuar de Dios, Jesús dejó libertad para practicarlo.
La Iglesia nos marca tan solo dos días de ayuno al año: El miércoles de ceniza, día con el cual comienza la Cuaresma, y el Viernes Santo, día en que la Iglesia hace memoria de la Pasión y la muerte de Jesús.
Jesús también hizo alusión al ayuno cuando Sus discípulos, desconcertados al no poder expulsar a un demonio que poseía el cuerpo de un muchacho, le preguntaron: “¿Por qué nosotros no pudimos?”.
La respuesta de Jesús abría la puerta a ese “ayuno necesario” que sí hay que hacer cuando el mal invade parte de nuestro mundo: “hay demonios que solo se pueden expulsar con oración y ayuno”.
Por ello es necesario practicar el ayuno en nuestra vida espiritual.
Participemos del ayuno y recordemos que los otros ayunos de actividades y gustos, son buenos, pero no sustituyen al ayuno de alimentos.
Si tu salud te lo permite, no dejes de practicarlo al menos dos veces al año.
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ORACIÓN
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Señor Jesús, ayúdame a formar mi espíritu, a tener dominio de mí misma, a vencer las tentaciones que se me presentan en el día a día, y así aprender a abrazar mi cruz con amor.
Sé que tengo muchas opciones para elegir como ayuno, entre ellas privarme de alimento; tengo también muchas cosas que limpiar en mi interior para presentar ante Ti como ofrenda. Dame fuerza para llevarlo a cabo y así avanzar hacia el camino que conduce a Tu misericordia y perdón.
Amén.
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RETO AGOV
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* Con Dios:
Ofrece el rezo de un misterio del Santo Rosario.
* Con el prójimo:
Perdona de corazón las ofensas y agravios que guardas en tu corazón.
Contigo misma: Hoy ayuna con alegría de comprar y adquirir cosas materiales para ti.