Una semana fue el calvario de los familiares de Ana Hernández, quienes exigieron a nivel nacional, que las autoridades de Medicina Forense realizaran la autopsia de su pariente y le entregaran el cuerpo.
El proceso legal de la autopsia de la joven Ana Lizeth Hernández, concluyó, quien falleció el pasado fin de semana en condiciones no esclarecidas.
Familiares de Ana Hernández exigieron a nivel nacional que las autoridades de Medicina Forense realizaran la autopsia de su pariente y le entregaran el cuerpo.
Los parientes de Hernández demandaban a través de los medios de comunicación que se le realizara la autopsia, llegando a tomarse los carriles de la carretera CA-5, provocando un caos vehicular.
Una orden judicial ejecutada en horas del mediodía, finalizó el proceso, personal de Medicina Forense entregó el cuerpo a un vehículo de una funeraria para que se realice el velatorio y los familiares tengan en su posesión los restos de la joven.
El cuerpo de Hernández, de 33 años, fue hallado el pasado domingo en su vivienda, en el extremo sur de Tegucigalpa, la capital de Honduras, donde vivía junto a su esposo, a quien elementos de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), le encontraron cargadores de fusiles, proyectiles y granadas, entre otros.
Cabe señalar que el personal de Medicina Forense está en paro de labores apoyando a los fiscales del Ministerio Público en exigencias de un incremento salarial.
La presión de los familiares provocó que un juez ordenara en dos ocasiones la práctica de la autopsia a la joven.
Por este caso, está señalado un miembro de las Fuerzas Armadas por quien era la pareja de Ana Hernández y es un sospechoso de quitarle la vida.
Consecuentemente, la institución castrense puso a disposición de las autoridades al mayor de Artillería Allan Franco Méndez para determinar si es responsable de la muerte de la joven. Ana Lizeth Hernández fue encontrada sin vida la semana pasada en el interior de su vivienda en la residencial Villa Foresta con heridas de bala en su cuerpo.