Ludin Ezquiel Ramírez, un menor de apenas 11 años, resultó gravemente herido tras ser atacado por un perro de raza sabueso en la comunidad de El Ermitaño, municipio de Florida, departamento de Copán.
El hecho ocurrió mientras el niño visitaba la casa de un familiar, en lo que parecía una jornada tranquila que terminó en tragedia.
El menor, originario de San Jerónimo y residente de la misma comunidad, sufrió heridas tipo desgarre y múltiples perforaciones en el rostro y brazos, producto de las mordidas del animal.
Según reportes médicos, uno de los colmillos del perro perforó su ojo derecho, provocándole un daño severo que podría comprometer su visión de manera permanente.
Vecinos relataron que el ataque fue repentino y violento, y que Ludin fue rescatado por familiares que escucharon sus gritos de auxilio.

“Fue desgarrador. El niño gritaba desesperado y logramos apartar al perro justo a tiempo”, comentó un testigo.
El menor fue trasladado de emergencia a un centro asistencial en Santa Rosa de Copán, donde recibió atención especializada.
Aunque logró sobrevivir al brutal ataque, permanece bajo observación médica intensiva debido a la gravedad de sus lesiones. Médicos indicaron que se requerirán múltiples intervenciones quirúrgicas reconstructivas y seguimiento oftalmológico.
Este caso se suma a una preocupante estadística nacional: más de 130 personas han sido atendidas por mordeduras de perro en el Hospital Escuela durante 2025, según datos del Departamento de Epidemiología.
Autoridades locales instan a los dueños de mascotas a reforzar medidas de seguridad y supervisión, especialmente en zonas rurales donde los animales suelen estar menos controlados.
La familia de Ludin ha solicitado apoyo psicológico y económico para enfrentar el proceso de recuperación, mientras la comunidad se moviliza en solidaridad.