Un joven considerado como uno de los principales recolectores de extorsión, con montos máximos hasta de un millón de lempiras mensuales, fue capturado durante un operativo ejecutado por la Dirección Policial Antimaras y Pandillas contra el Crimen Organizado (Dipampco) en alrededores de la Aduana de Toncontín, en el extremo sur de Comayagüela.
Se trata de un individuo de 25 años, quien se hacía pasar por integrante activo de diferentes estructuras criminales como la “Mara Salvatrucha” (MS-13), la pandilla 18 y la banda criminal Los M-1, entre otros, informaron agentes de la Dipampco.
“Amenazaba y amedrentaba a sus víctimas a quienes les exigía pagos semanales por concepto de extorsión. Se estima que junto a otros miembros de esta banda criminal recolectaban más de un millón de lempiras mensuales por extorsión”, informó el portavoz policial, Mario Fu.
La captura fue ejecutada en atención a denuncias que la población interpuso a través de la línea 143. Equipos policiales le venían siguiendo la pista a este sujeto desde hace varias semanas, hasta que finalmente fue detenido en base a trabajos de vigilancia, seguimiento e inteligencia.
El sospechoso ya había sido procesado judicialmente por el delito de extorsión y lavado de activos, siendo requerido en el 2018 por las autoridades policiales desconociendo las razones por las cuales se encontraba en libertad.
Al momento de la captura los investigadores le decomisaron dinero en efectivo proveniente del cobro de extorsión, un teléfono celular el cual será objeto de minuciosas investigaciones, ya que se presume este aparato telefónico estaría relacionado a la coordinación de sus actividades delictivas, además se le incautó una motocicleta con la cual realizaba las rondas de cobro de extorsión.
Según los investigadores, este sujeto interactuaba con sus víctimas a través de la plataforma de mensajería instantánea WhatsApp, donde les hacía algunas llamadas o les enviaba mensajes amenazantes, les compartía videos y fotografías donde aparecían miembros de estructuras criminales manipulando armas de fuego y otros donde se cometían homicidios.
Aplicaba un mecanismo para infundir miedo y terror entre sus víctimas a quienes les exigía pagos semanales por extorsión, manifestando en un primer momento que se trataría de un único pago por este ilícito; sin embargo, esto se convertía en un círculo criminal en el cual lograban obtener fuertes sumos de dinero.
Entre sus víctimas estaban propietarios de pequeños negocios, operarios del sector transporte y algunos emprendedores de diferentes puntos de toda la capital.
“Este individuo se había convertido en uno de los principales objetivos en materia de investigación por parte de la Dipampco, por lo que se le venía siguiendo la pista desde hace varias semanas, con la captura de él, se espera ampliar y agilizar las líneas de investigación para darle detención a los demás miembros de esta banda criminal”, concluyó el informe.