Hasta que protestaron en la carretera CA-5, por la muerte de Ana Lizeth Hernández Cantillano (32), en Zambrano, obstaculizando el paso vehicular, un juez ordenó su autopsia y que se investigue su muerte, ya que la familia de la difunta denuncia que su pareja, un militar, la mató.
Sumamente consternados y clamando justicia terrenal, y con lágrimas en sus rostros varios familiares y decenas de amistades de Ana Lizeth Hernández Cantillano (32), realizaron ayer una manifestación pública para reclamar que se acelere el proceso de autopsia y la entrega del cuerpo de la joven mujer, supuestamente ultimada por su propio compañero de hogar.
Ana Lizeth Hernández, una agente de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), fue encontrada sin vida, el fin de semana pasado, dentro de su casa en la colonia Villa Foresta, salida hacia al sur de la capital.
En principio, se manejó que la muchacha había muerto a manera de suicidio, presentando un disparo en su cabeza.
Pero esa hipótesis aún no ha sido confirmada y según los cercanos parientes de la joven su muerte fue de forma criminal, señalando como principal sospechoso de la muerte a su pareja sentimental y marital un mayor de las Fuerzas Armadas (FF. AA.).
Se trata de Allan Franco Méndez, quien se encuentra detenido, pero no por el caso, sino por la munición de uso prohibido que encontraron en su casa, el día que fue localizada Ana Lizeth Hernández ya muerta.
La fémina en vida y el principal sospechoso de la muerte mantuvieron una relación por más de 12 años, al grado que convivían juntos.
Ahora el cuerpo de la joven de 32 años permanece en los depósitos de la morgue del Ministerio Público, sin ser autopsiada, debido a un paro de labores que mantienen los empleados, técnicos y médicos forenses a nivel nacional.
EMBARGADOS POR LA INCERTIDUMBRE
Por tal situación y embargados por la incertidumbre de que paso en la muerte violenta de Ana Lizeth, la familia de esa muchacha exige que le realicen la autopsia para esclarecer su muerte y les entreguen el cadáver para darle cristiana sepultura.
Al respecto, ayer en la tarde, un grupo de manifestantes, al tenor del grito: “justicia, justicia, justicia para Ana”, demandaban al calor de los rayos del sol que el cuerpo sea autopsiado y luego entregado a sus seres queridos, mientras se tomaban un tramo de la carretera CA-5, a la altura de la comunidad de Zambrano, departamento de Francisco Morazán.
“Me están mintiendo, no hacen la autopsia, ni me entregan el cuerpo de mi hija, no sé qué va a pasar con tanto tiempo”, reiteraba con lágrimas en su rostro, el padre de la joven, Ángel Matías Hernández.
DIA DEL PADRE
“Mi hija era especial, ella era alegre, inteligente, siempre sobresalió”, recordaba entre la muchedumbre de gente, con la voz entrecortada y embargado por los recuerdos de su progenitora.
“No me llamó el Día del Padre y yo estaba resentido”, mismo día que fue hallada muerta en la capital
“Esperaba la llamada, yo dije, en la noche que la llame le pegaré su regañada”, recordó sumamente acongojado.
Angie Hernández, hermana de la víctima, pidió a los empleados de Medicina Forense, para que agilicen el proceso, ya que su familia no soporta la angustia de no saber que le paso a Ana Lizeth.
AGREDIDA FÍSICA Y PSICOLÓGICAMENTE
Entre lágrimas, dejó entrever que sospechan que Ana Lizeth murió de forma criminal a manos del oficial de las FFAA, Allan Franco Méndez.
Comentó que en varias ocasiones el ahora señalado como el principal sospechoso de la muerte la agredía físicamente.
Detallo que toda la familia de Ana Lizeth percibió que la violencia también era psicológica, porque cuando estaba junto y con él “era muy sumisa”.
Al respecto, La madre de Ana Lizeth, doña Suyapa Cantillano, coincidió con su hija Angie y su esposo, al asegurar que el principal sospechoso de la muerte de su hija es el compañero sentimental, porque siempre miraban que Franco Méndez la trataba con violencia.
CONSTANTE MIEDO MARITAL
“Yo estuve una semana con ella, miraba violencia por parte de él; mi hija era manipulada y sumisa ante él, ella no le respondía nada”
“A mi hija le daba pena la actitud de él. Franco llegaba a las 10 de la noche y quería que a esa hora mi hija se levantara a atenderlo, ella le servía con miedo”, amplio.
“Ya son cinco días sin velar los restos y el cuerpo en un cuarto frío de la morgue, saber que mi hija está congelada es algo triste”, finalizo, siempre embargada por el constante llanto, siempre clamando que Medicina Forense haga la investigación correspondiente y la autopsia para enterrar a su hija.
En este contexto, los empleados de Medicina Forense, actualmente en paro de labores manifestaron ayer por la tarde que no realizaran autopsias médico-legales.
Una de su representante, indicó, que “no vamos a desmayar en esta lucha”, para luego detallar que han determinado no realizar levantamientos cadavéricos hoy en Tegucigalpa y sus alrededores, como otra medida de presión para el reajuste salarial.
Por su parte, las Fuerzas Armadas informaron ayer que pusieron a disposición de las autoridades al mayor de Artillería Allan Franco Méndez, pareja de la joven Ana Lizeth Hernández Cantillano, quien fue encontrada sin vida en la residencial Villa Floresta salida al sur del país.
Las FFAA indicaron en un comunicado que “Serán las autoridades con una investigación y de manera objetiva las que determinen el grado de responsabilidad del miembro de la institución castrense”.