Un padre y su hijo fueron víctimas de una emboscada en la que los asesinaron la mañana de ayer jueves, cuando se dirigían a su lugar de trabajo, en un sector del municipio de Tocoa, departamento de Colón.
Las víctimas fueron identificadas como Ramón Rivas Baquedano y su hijo, Carlos Rivas, ultimados a balazos en la colonia La Confianza.
Rivas Baquedano era reconocido en la zona por su participación como socio en una de las cooperativas campesinas que operan en ese sector del Bajo Aguán.
El escueto parte policial enviado desde la zona indica que las víctimas se transportaban a bordo de una motocicleta y en el trayecto a su residencia fueron sorprendidas por sujetos armados, en las cercanías del antiguo basurero municipal.
TIROS EN LA CABEZA
Ambos fueron acribillados y sus cuerpos quedaron tirados en una calle solitaria de Tocoa, con numerosos disparos en distintas partes de sus cuerpos, principalmente en la cabeza, a manera de ejecución.
Posteriormente, agentes policiales se apersonaron a la zona para acordonar la escena e iniciar con las investigaciones para poder dar con el paradero de los asesinos.
Los cadáveres fueron trasladados a la morgue de La Ceiba y hasta ayer se desconocía quién o quiénes cometieron el hecho violento.
Tras el asesinato de los campesinos en el Bajo Aguán, el coordinador de la Plataforma Agraria, Jaime Cabrera, exigió al Estado de Honduras que cumpla sus compromisos para resolver la conflictividad por la tenencia de la tierra.
“De lo contrario, el derramamiento de sangre continuará”, advirtió el dirigente campesino, sumamente compungido por la muerte de los dos parientes.
En este contexto, la Plataforma Agraria denunció que cuatro campesinos han sido asesinados en los últimos 30 días en la zona del Bajo Aguán, Caribe de Honduras.
DESPOJO DE TIERRAS
Indicó que Ramón Rivas era socio de la Empresa Asociativa Campesina de Producción la Aurora y su hijo Carlos Rivas socio de la Empresa Campesina de producción Gregorio Chávez.
“Este hecho de violencia es producto de la impunidad y de las operaciones que desarrollan los grupos criminales en la región del Bajo Aguán, para continuar con el despojo continuado de las tierras de la reforma agraria”, cita el pronunciamiento.
La Plataforma Agraria responsabilizó de este doble crimen al grupo criminal que opera en el lote ocho de la cooperativa Paso Aguán y que mantiene desplazadas las familias de las Empresas Gregorio Chávez, a través de asesinatos, amenazas y el desplazamiento forzado de familias.
Reveló que Ramón Rivas y su hijo eran familiares de Hipólito Rivas, también asesinado junto a su hijo, Javier Rivas, el pasado 12 de febrero del 2023, en un hecho parecido.
Esta plataforma denunció que la Secretaría de Seguridad y demás entes de investigación tienen conocimiento de la existencia y la operatividad de estos grupos criminales a lo interno de la finca Paso Aguán y otras desde hace varios años.
Sin embargo, condenó que las instituciones de investigación han sido inoperantes para capturar a los criminales que mantienen el terror en las comunidades.