Quizás les ha pasado tener un momento en el cual el estrés los llevó hacer cosas de las cuales después no se sienten orgullosos.
Luego de haber meditado mi actitud, he llegado a la conclusión que, aunque tenga un fuerte compromiso por las bases del partido, su lucha y sufrimiento en las calles, reconozco qué rectificar es de sabios, qué mi reacción ante el enojo que sufrí, no tiene ninguna justificación.
Reitero con pasión y dignidad que lucharé siempre por un pueblo qué ha sufrido, que merece respeto e iguales oportunidades qué los que ya han estado, sobre todo para demostrar que cosas puede hacer un gobierno con gente diferente, que tenga pasión por servir a nuestra amada Honduras.
Admito que mi reacción estuvo mal y he aprendido mucho de este mal momento.
Mauricio Rivera