Una “Selfie macabra” que Brayan Aguirre se tomó junto al cadáver degollado de su “amigo”, Nelson Cálix (35), ambos hondureños, confirmó la hipótesis que se tenía desde un inicio en el contexto de las investigaciones que desarrolla la policía en Barcelona, España.
Los investigadores ahora no tienen duda alguna que Aguirre mató a Cálix luego de una discusión por causas que no han salido a luz en el interior de un apartamento.
Cálix fue quien llegó primero, hace seis años a Barcelona y alojó a Aguirre quien tenía dos semanas de migrar desde Honduras.
Esa helada madrugada del sábado anterior en España, ambos discutieron y Aguirre decidió quitarle la vida a puñaladas a quien le tendió la mano. En una actitud desalmada, el homicida aparece con su rostro manchado de sangre y mirada fría en una “Selfie” que se tomó junto al cadáver de su buen samaritano y hasta levantó el pulgar en señal de satisfacción. Esa dantesca foto la envió por redes sociales a parientes radicados en Honduras.
Posteriormente, Aguirre habría confesado el condenable crimen a su madre, radicada también en la “Madre Patria” y se entregó a la justicia española, reprendido por la progenitora.
Nelson Cálix, administrador de un bar, fue encontrado sin vida con heridas profundas en su garganta y en otras partes del cuerpo en el piso donde residía desde hace varios años.
El difunto era originario de la comunidad de Tapaire en el departamento de El Paraíso al oriente de Honduras, mientras su agresor llegó a España procedente de Trinidad, Santa Bárbara en la zona occidente.
El cuerpo sin vida del paraiseño seguía en la morgue, mientras familiares de escasos recursos radicados en Honduras claman apoyo a las autoridades consulares para repatriarlo hacia Honduras.