“El crimen organizado ya penetró varias ramas de la economía hondureña y una de las últimas que hemos detectado son empresas de seguridad, las cuales están siendo investigadas”, reveló ayer el titular de la Secretaría de Seguridad, Héctor Gustavo Sánchez Velásquez
El funcionario fue categórico al señalar que el “crimen organizado controla ciertas empresas de seguridad”, ya que les permite tener acceso a armas, además del clásico lavado de activos.
Indicó que una persona puede tener acceso a unas cuantas armas, pero una empresa de seguridad sí puede tener autorización a mayor cantidad de armamento de fuego.
Cuando fue interrogado en un foro televisivo cuáles son las empresas, Sánchez Velásquez reiteró que “hay empresas de seguridad controladas por el crimen organizado, las cuales están siendo investigadas”.
Aunque no indicó nombres de las empresas bajo investigación, enfatizó que están siendo escrutadas debido a sus posibles lazos con el crimen organizado, utilizándolas para lavar dinero y canalizar fondos ilícitos hacia la economía formal.
LAVADO DE ACTIVOS
También amplió que otros sectores donde los criminales tienen control son algunas empresas de transporte, que “les sirven para el lavado de activos y otras acciones”.
El alto funcionario indicó que el crimen organizado está representado en diversos sectores de la economía formal y es complejo para el Estado saber qué empresas están vinculadas a esos ilícitos.
“Toma meses de investigación y para los ciudadanos y empresas normales es mayor la dificultad de poder identificar cuáles compañías tienen nexos con la criminalidad”, apuntó.
Al ministro Sánchez Velásquez, en su comparecencia, le indicaron que los permisos de autorización de operaciones y la supervisión de esas empresas le corresponden a la Secretaría de Seguridad.
Por tal razón, indicó que los encargados de Seguridad en autorizar a tales compañías deben investigar bien a sus propietarios y representantes legales.
TENÍAN EMPRESAS
El funcionario recordó que los carteles de los “Cachiros” y los “Valle Valle”, dos grupos narcotraficantes y cuyos integrantes familiares fueron extraditados a Estados Unidos, tenían empresas de seguridad y otras compañías.
El ministro de Seguridad señaló que ambas organizaciones criminales también contaban con otras empresas a fin de poder lavar el dinero procedente de su negocio de transporte de drogas.
El funcionario recordó que muchas ciudades o zonas del país tuvieron florecimiento económico a causa de la actividad de drogas que lavaba el dinero por medio de negocios formales y que a raíz de su desmantelamiento ahora se ven deprimidas. Para ejemplificar el impacto del crimen en la economía, detalló que solo la incautación de los 493 kilos de fentanilo, la semana pasada, significó que su valor de 125 mil millones de lempiras ya no ingresará al circuito comercial legítimo.