En una operación conjunta de inteligencia y vigilancia, la Policía Nacional de Honduras, a través de la Dirección Policial Anti Maras y Pandillas contra el Crimen Organizado (DIPAMPCO), incautó 60 libras de marihuana que eran transportadas ocultas en cajas de encomiendas simulando contener ropa.
El decomiso se produjo gracias a la articulación con la Dirección de Inteligencia Policial (DIPOL), la Dirección Nacional de Servicios Policiales Fronterizos (DNSPF) y el apoyo táctico de la Unidad Canina K-9.
La acción policial se desarrolló en una terminal de autobuses ubicada en un sector estratégico del país, considerado punto clave para el traslado de encomiendas entre regiones.

Las autoridades realizaron inspecciones preventivas sobre una serie de paquetes sospechosos, entre los cuales se detectaron varios bultos que, aunque marcados como ropa, emanaban un fuerte olor a hierba seca. La Unidad K-9 confirmó la presencia de droga dentro de los paquetes.
Según informó DIPAMPCO, el operativo fue parte de un proceso de seguimiento iniciado semanas atrás tras recibir denuncias anónimas y corroborar patrones de envío utilizados por estructuras criminales dedicadas al tráfico de drogas a nivel nacional.
Los estupefacientes estaban empacados al vacío y camuflados con prendas textiles para evitar ser detectados por controles regulares.
Las investigaciones preliminares apuntan a que la droga era transportada desde una zona productora del occidente del país, con destino a centros urbanos del litoral atlántico, donde sería distribuida en pequeñas cantidades por redes vinculadas al crimen organizado.

El portavoz de la Policía Nacional destacó que esta incautación representa un golpe importante a la logística del narcotráfico interno, y reiteró que las fuerzas de seguridad mantienen vigilancia permanente sobre terminales, encomiendas y empresas de transporte público.
Las evidencias fueron trasladadas a los laboratorios forenses y se abrió una línea de investigación para dar con los responsables del envío.
Las autoridades instaron a la ciudadanía a continuar denunciando de forma confidencial actividades sospechosas que atenten contra la seguridad y salud de la población.