La noche del 22 de agosto se tiñó de luto en la capital hondureña tras el asesinato del subcomisario en retiro Fran Alexis Morris Ruiz, recién nombrado jefe de inteligencia del Instituto Nacional Penitenciario (INP).
El crimen ocurrió en la colonia Los Laureles, donde tres individuos armados —entre ellos una mujer— descendieron de un vehículo turismo gris para asaltar a varios jóvenes que se encontraban frente a un local comercial.
Según imágenes captadas por cámaras de seguridad, Morris Ruiz se encontraba en el lugar junto a su hija. Al percatarse del atraco, intentó intervenir y logró someter a una de las agresoras.

Sin embargo, otro de los delincuentes le disparó en repetidas ocasiones, provocándole heridas mortales. Aunque fue trasladado de inmediato a un centro asistencial, falleció horas después.
Las autoridades confirmaron que los mismos asaltantes habían perpetrado otro robo minutos antes en el barrio Morazán, lo que evidencia un patrón delictivo que ha encendido las alarmas en la capital.

El vehículo utilizado en ambos hechos fue localizado, pero los responsables aún no han sido capturados.
Morris Ruiz, de 45 años, era un reconocido miembro de la Policía Nacional en condición de retiro y un apasionado motociclista, integrante del Club Iguanas MC-Honduras.
Su muerte ha generado una ola de condolencias por parte de instituciones como la Dirección Nacional de Prevención y Seguridad Comunitaria y la Dirección de Bienestar Social.

El club motorizado lo recordó como “el Fénix de las motos”, un hombre leal y comprometido con su comunidad.
Este hecho ha vuelto a poner en evidencia la creciente inseguridad en Tegucigalpa y la vulnerabilidad de los ciudadanos ante el crimen organizado.
La población exige justicia y acciones concretas para frenar la violencia que enluta a Honduras.