Policía Nacional desalojó violentamente a los pacientes renales que protestaron durante ocho horas en la CA-5 pidiendo que el gobierno retenga a la empresa que les ha venido prestando el servicio de diálisis.
Desde tempranas horas de la mañana, los afectados habían cortado el paso vehicular de esta importante arteria vial en el sector de El Durazno, salida al norte.
Exigían que los atendiera la presidenta Xiomara Castro para pedirle que mantenga el servicio de diálisis con la empresa que se los ha venido prestando. Meses atrás habían protestado en este mismo lugar.
Un grupo de antimotines se desplegó en el área y, en un esfuerzo por resolver la situación terminó en forcejeo entre pacientes y agentes del orden.
Durante los enfrentamientos, camiones pesados o rastras comenzaron a moverse rápidamente para aprovechar la oportunidad de avanzar, después de haber esperado durante más de ocho horas.
Este movimiento apresurado de los vehículos intensificó la tensión y pudo haber provocado un grave accidente. En medio del caos, una persona se desmayó. Al final, la carretera quedó despejada dejando millonarias pérdidas al comercio y el transporte de personas en general.
Los coordinadores del mitin anunciaron nuevas medidas, porque durante la protesta ninguna autoridad de Salud ni la presidenta los invitó a platicar sobre sus reclamos.