La interventora del sistema penitenciario, Julissa Villanueva, expuso parte del plan, de 10 puntos, que se implementará para salir de la crisis carcelaria, en la que se vive.
Villanueva expuso en el marco del plan de intervención de Solución Contra el Crimen (SCC), una presentación ante los medios, de al menos 10 puntos de solución.
La subsecretaria de Seguridad en uno de ellos anunció un reconteo en las cárceles de Honduras, señalando a la vez que copiarán modelos que se ajusten a la realidad de la nación centroamericana.
Las autoridades de la actual administración reconocen que las cárceles durante la última década han sido un “refugio” y “escuela” del crimen para extorsionar, ejecutar masacres y traficar con drogas, así como con armas.
Aseveró que en ese sentido que con el programa de SCC aprobado por el Consejo de Defensa y Seguridad se ha propuesto desmontar dichas estructuras criminales a fin de “reducir a cero” sus acciones.
En esta etapa de emergencia se implementarán una serie de medidas que conducirán en primera instancia a un desarme real, a través de registros manuales y electrónicos en todos los recintos.
Bloqueo total de la señal telefónica para los detenidos e intervención autorizada de las líneas oficiales para el registro de las comunicaciones internas y externas.
Remoción y depuración del personal penitenciario y de los policías en todas las cárceles, iniciando con una evaluación personal y exhaustiva inmediata a los directores de los recintos penitenciarios, iniciando con Támara, La Tolva, El Pozo y El Porvenir.
Instalación de emergencia y desarrollo de tecnología, sistema de monitoreo y vigilancia digital con control central las 4 horas del día.
Traslados y reubicación de los privados de libertad en los cuartos centros penitenciarios con mayor concentración, considerando la gravedad de los crímenes y el estado del proceso (sentenciados y no sentenciados).
Reclasificar y aislar a los privados de libertad con vinculación a la criminalidad organizada, maras y pandillas, tráfico de drogas y de armas.
Revisar los expedientes administrativos de presos con enfermedades terminales en proceso de preliberación u otras condiciones y evaluar la situación jurídica para el otorgamiento de un indulto en casos menores.
Evaluar y practicar pruebas de confianza al recurso humano policial y civil que integran las cárceles.
Aumentar el número de los agentes penitenciarios y policiales, dotarlos de equipos de comunicación, tecnología, uniformes, capacitación, revisión y ajuste salarial.
Crear el banco de datos de privados de libertad para asegurar el registro de su identidad.
Indicó que la corrupción y la infiltración del crimen organizado “son factores que han afectado el sistema”.
Ante los cuestionamientos de su perfil profesional para combatir el flagelo, Villanueva aseveró que la experiencia que tienen “me van a permitir hacer cambios en recintos penitenciarios”.
La viceministra afirmó que el problema será manejado de acuerdo a estándares internacionales “copiaremos cosas si son buenas y las aplicaremos a nuestra realidad”, agregó.
El ordenamiento de cárceles en Honduras “significa la cooperación de todos” y que la cooperación internacional habría puesto a su disposición expertos.
El sistema penitenciario de Honduras está compuesto por 25 cárceles y albergaba más de 19,000 presos, cuando su capacidad máxima es de 15,700 personas a nivel nacional, teniendo una sobrepoblación de al menos 3,891 reos.
Las condiciones de vida en los recintos son preocupantes, señaló por otra parte la encargada del proceso, quien manifestó además se debe trabajar con los menores para reincentarlos a futuro en la sociedad. “La inteligencia criminal es un fenómeno que no será descuidado”, dijo la funcionaria, quien señaló el plan de identificación humana en casos de emergencia y para evitar la usurpación de identidades.