Por varios minutos, el cielo de varias partes de América, especialmente Estados Unidos y México, quedó completamente a oscuras luego del eclipse solar de este 8 de abril.
A pesar de que eran poco más de las 11 de la mañana, el cielo de Mazatlán, Sinaloa, México, quedó como si fueran horas de la noche gracias al fenómeno astronómico.
Un eclipse solar recorrió el lunes América del Norte, desde México, donde comenzó, hasta Canadá, con millones de personas reunidas para admirar el poco común fenómeno que dejó a oscuras a su paso ciudad tras ciudad.
La sombra de la Luna sumergió la costa del Pacífico de México en la oscuridad total a las 11:07 horas locales y recorrió Estados Unidos, antes de volver al océano sobre la costa atlántica de Canadá poco menos de una hora y media después de tocar tierra.
A lo largo del “camino de la totalidad” del eclipse, en el que la Luna oculta completamente al Sol durante unos minutos, hubo festivales, fiestas e incluso bodas multitudinarias.
En ciudad de México, la gente se reunió alrededor del emblemático Ángel de la Independencia y en el campus principal de la Universidad Nacional Autónoma (UNAM).
Johan Alvarado, de 45 años, y su esposo Paul Beltrán, de 44, llevaron a su pequeña hija Valentina a admirar el fenómeno. “¡Imagínate! Por eso estamos aquí, por la emoción de vivirlo y por ser la primera experiencia de la bebé”, dijo Alvarado.
El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, presente en la ciudad de Mazatlán, exclamó un “¡Ah!” cuando el sol se convirtió en una corona de fuego en torno a la luna.
“Un eclipse solar total es uno de los eventos más conmovedores que uno puede vivir”, afirmó la astrofísica Jane Rigby, científica principal del proyecto Webb de la Nasa.
“Sientan sus sensaciones. Ustedes son parte del universo”, añadió.
El eclipse se observó primero en la ciudad costera de Mazatlán, en el occidente de México, donde se observó desde las 9:51 hora local.
“Fue genial. Me encantó”, dijo Gary Christensen, un abogado que viajó desde el estado de Oregón hasta el pueblito de Ingram, en Texas, donde pese al cielo nublado se pudo apreciar el fenómeno.
En Montreal, donde el estado del tiempo era ideal para percibir el eclipse. “Es mucho mejor de lo que imaginé”, comentó entusiasta Lomie Sérey Larose, de 26 años.
El próximo eclipse solar total que podrá verse desde gran parte de Norteamérica no llegará hasta 2044.
El expresidente Donald Trump, que en el último eclipse total en Estados Unidos en 2017 encaró el eclipse sin protección, aprovechó la fiebre de este año para lanzar una publicidad de campaña, en la que una silueta enorme de su cabeza tapa la luz del sol y anuncia su regreso como “el momento más importante en la historia de la humanidad”.
Las empresas aprovecharon la expectativa con eventos especiales, mientras que los hoteles y los alquileres de corta duración en lugares privilegiados para ver el eclipse se agotaron desde hace meses.
En Cleveland, el Salón de la Fama del Rock & Roll planeó un “Solarfest” de cuatro días de música en directo.
En Russellville, Arkansas, 300 parejas celebraron una boda masiva organizada bajo el lema “A Total Eclipse of the Heart”, en referencia a la famosa canción de Bonnie Tyler.
La corona solar, la capa exterior de la atmósfera del Sol, se hace especialmente visible durante un eclipse. Se observará con atención: aquí es donde se producen las erupciones solares.
El próximo eclipse total visible en Estados Unidos (excluyendo Alaska) tendrá lugar en 2044. Antes, habrá un eclipse total en España, en 2026.