CHOLOMA, Cortés. La Agencia de Regulación Sanitaria (Arsa) emitió una fuerte advertencia tras realizar operativos en el mercado central de Choloma y en diversas áreas del litoral Atlántico, donde se identificaron diversas violaciones graves a las normas de seguridad alimentaria.
Los hallazgos revelan un panorama preocupante que pone en peligro la salud de los consumidores.
Durante el operativo, los inspectores de la Arsa encontraron pescado seco contaminado con heces de ratón, un descubrimiento alarmante que evidencia el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos contaminados.

Estas condiciones insalubres no solo afectan la calidad de los productos, sino que también representan una amenaza directa a la salud pública, advirtió la institución.
Señaló que consumir este tipo de alimentos puede llevar a infecciones gastrointestinales graves y otras enfermedades más serias.
FILETE DE TIBURÓN

La situación se tornó aún más crítica con el hallazgo de filete de tiburón seco en venta ilegal en el mismo mercado.
Este tipo de producto no solo carece de los permisos necesarios para su comercialización, sino que tampoco ha sido sometido a los controles sanitarios requeridos.
La venta de tiburón seco sin revisión médica y sin información sobre su origen representa un serio riesgo sanitario, ya que estos productos pueden estar contaminados o no cumplir con los estándares de calidad y salubridad.
En una segunda intervención realizada en el litoral Atlántico, la Arsa decomisó 267 libras de pescado seco que tampoco cumplían con las normativas de higiene.

Este operativo evidenció nuevamente la alarmante presencia de heces de ratón, lo que incrementa el riesgo sanitario para los consumidores.
Los inspectores encontraron que muchos de estos productos estaban a la venta en condiciones deplorables, sin ningún tipo de refrigeración adecuada, lo que favorece la proliferación de bacterias y microorganismos dañinos.
Las autoridades de la Arsa instaron a la población a extremar las precauciones al momento de adquirir productos alimenticios, especialmente aquellos que tienen un precio sospechosamente bajo o que son vendidos en lugares no verificados.
“Es fundamental que los consumidores se informen sobre los lugares y condiciones en las que se venden los productos que consumen; la salud es lo primero y debe ser nuestra prioridad”, declaró un portavoz de la Agencia.