La incertidumbre se apodera de decenas de familias hondureñas en Estados Unidos ante el fin del Estatus de Protección Temporal (TPS), con connacionales que un día migraron, escapando de la ola de violencia en Honduras, pero ahora están en la lista de deportados. La incertidumbre y el temor les causa angustia terrible porque en Honduras corren el riesgo de morir, si regresan.
Entre las historias de los hondureños, se menciona la de Osiris Domeri Villeda Flores, una joven que se fue huyendo del ola delincuencial desde el 2022, tras perder a su pareja, Brayan Daniel Bueso Dubón, quien fue víctima de la violencia de maras y pandillas que azotan a los hondureños, en los diferentes departamentos de Honduras.
Osiris era la pareja del joven Brayan Daniel Bueso Dubón, quien, por defender a su familia, conformada por Osiris Domeri Villeda Flores, pereció de forma violenta a manos de las pandillas que se han apoderado de barrios y colonias en La Entrada, Copán, una zona ampliamente dominada por las pandillas y el narcotráfico en el occidente de Honduras.
Al sentirse amenazada la joven Osiris Domeri Villeda Flores, ya que era objeto de persecución de los jefes mareros y pandilleros, decidió emigrar a los Estados Unidos, para salvar su vida y tratar de apegarse al programa del TPS y así rehacer su vida.
Su decisión de salir del país estuvo motivada por el miedo a sufrir el mismo destino y buscar un entorno seguro para rehacer su vida, en otro país y olvidarse de Honduras, donde las pandillas le tenían “sentencia de muerte”.
Pero en su afán por salvar su vida, Osiris Domeri Villeda Flores, cayó apresada por las autoridades migratorias del ICE, la atraparon mientras iba hacia su vivienda en EE. UU.
Sin embargo, su familia en Honduras manifiesta gran preocupación de que, de ser deportada, enfrente nuevamente amenazas y peligro por parte de grupos criminales.
El caso de Osiris refleja la vulnerabilidad de muchos migrantes que, más allá de buscar el “sueño americano”, huyen de la violencia y la inseguridad que afecta a miles de hogares hondureños.
Más de 55 mil compatriotas enfrentan riesgo de deportación, y desde el 9 de septiembre, varios ya no se presentaron a sus trabajos, porque fueron notificados del fin de su relación laboral y otros por temor a ser detenidos.
—DATO—
Familiares de migrantes hondureños expresan temor ante la posible deportación de sus seres queridos tras el fin del TPS.