Un juez de Nueva York dio por concluida la selección del jurado para el juicio por narcotráfico contra el expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, con lo cual el proceso de fondo dará comienzo el miércoles.
El juez, Kevin Castel, nombró a las 12 personas que formarán el jurado, más otras 6 de reserva, tras una jornada inicial a la que acudieron decenas de candidatos, a quienes las partes preguntaron si tenían problemas para asistir al juicio y podrían ser imparciales.
Los integrantes del jurado son anónimos por cuestiones de seguridad y el magistrado les ha pedido no tratar el caso con nadie ni investigar por su cuenta; son en su mayoría profesionales de diferentes campos, informados y que viven en la ciudad o los alrededores, según se desprendió de las entrevistas.
Juan Orlando Hernández, que hoy apareció vestido con traje de chaqueta y corbata, será juzgado en una corte federal de Manhattan por delitos asociados al narcotráfico y las armas, de los que se ha declarado inocente, en medio de una gran expectación mediática.
Luciendo la misma ropa que usó para su segunda toma de posesión, Hernández estuvo atento al proceso, que seguía con traducción simultánea y consultando una computadora portátil, y en alguna ocasión se volteó en su silla para mirar a los candidatos mientras el juez los entrevistaba.
El expresidente hondureño afronta un máximo de cadena perpetua de ser hallado culpable de los tres cargos que se le imputan, relacionados con la importación de cocaína a Estados Unidos y la posesión y uso de armas de fuego para ese cometido.
Durante la primera media hora de la jornada, antes de empezar la selección del jurado, se trató una moción de la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York sobre una potencial testigo, una mujer que es pareja de un líder hondureño de la Mara Salvatrucha, y que el juez aceptó en el caso.
Fuera del tribunal, un grupo de hondureños protestaron con carteles en los que se podían leer consignas contra Juan Orlando Hernández, llamándole “narcopresidente” y “corrupto” y merecedor de “cadena perpetua”, y también contra sus “socios testaferros” y su esposa Ana García, a la que se reclamaba “extraditar”.