La presidenta, Xiomara Castro, constató ayer las condiciones en las que se encuentra la abandonada cárcel en Naco, Cortés, con el propósito de rehabilitarla dentro del plan de gobernanza, de los centros penales del país.
La mandataria llegó sorpresivamente, ayer, al plantel abandonado del otrora reclusorio en las afueras de San Pedro Sula, junto a la viceministra, Julissa Villanueva, quien lidera la reforma a los penales que busca la presidenta.
En su recorrido, la presidenta constató que la infraestructura está inconclusa y deteriorada físicamente tras 12 años de abandono.
La idea de la presidenta es que este centro carcelario sirva de alivio para descongestionar los demás recintos del país.
Además, estimó un presupuesto para las inversiones que se requiere para la construcción del inmueble inconcluso y el resto de la reforma a cargo de Villanueva.
La semana pasada, la viceministra presentó un plan de gobernanza que incluye aislamiento de los presos peligrosos y cortar las señales de Internet, además de desarmes generales.