FF. AA. destierra a su vocero José Coello

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El jefe del Estado Mayor Conjunto, Roosevelt Hernández Aguilar, mediante misiva oficial dio de baja al capitán y portavoz militar, José Antonio Coello Molina, sin ofrecer mayores detalles en la notificación de las Fuerzas Armadas (FF. AA).

El capitán auxiliar de Administración, Coello Molina, fue notificado que a partir del 31 de junio de 2025 había sido dado de baja de la institución militar por instrucción del general Roosevel Hernández.

Aunque las autoridades militares no han brindado declaraciones públicas, se ha informado que se iniciaron los trámites conforme a la ley para garantizar que el capitán Coello reciba todos los derechos laborales que le correspondan tras su separación.

Entre sus últimas asignaciones, Coello fue relegado a portavoz de la Fuerza de Tarea Conjunta Lenca Sumpul. Previamente estuvo en la Policía Militar del Orden Público y la desaparecida Fuerza Nacional de Seguridad Interinstitucional (Fusina).

Durante su carrera militar, Coello ocupó cargos clave como vocero de las Fuerzas Armadas, donde se ganó el reconocimiento por su profesionalismo, respeto a la libertad de expresión y manejo responsable de la información pública.

En sus últimas asignaciones, fue nombrado portavoz de la Fuerza de Tarea Conjunta “Lenca Sumpul”.

Al respecto, el Colegio de Periodistas de Honduras (CPH) denunció que la baja del capitán José Antonio Coello Molina de las Fuerzas Armadas sería una represalia política derivada del ejercicio profesional de su esposa, la periodista y aspirante a diputada liberal Saraí Espinal.

En su cuenta oficial de la red social X, la organización gremial señalo directamente al jefe del Estado Mayor Conjunto, general Roosevelt Hernández, como el responsable de ordenar la salida del oficial castrense sin una justificación clara.

“Esto solo refleja los niveles de intolerancia del general Roosevelt Hernández con la prensa nacional y nuestros familiares”, expresó el CPH.

“Seguiremos ejerciendo el periodismo con firmeza, sin miedo, pese a cualquier obstáculo o represalia. La libertad de expresión es un derecho, no un favor del poder”, sentenció el CPH.