El exalcalde de Yoro, Arnaldo Urbina Soto, extraditado a Estados Unidos en enero de 2023, se prepara para recibir su sentencia el 13 de septiembre de 2024.
El hondureño comparecerá ante la jueza, Denise L. Cote, a quien dirigió una carta en la que implora misericordia, clemencia y expresa su arrepentimiento por los actos que lo llevaron a prisión.
Urbina, acusado por la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York de conspirar para traficar cocaína hacia Estados Unidos y de cometer delitos relacionados con armas, asegura que no volverá a incurrir en tales actividades delictivas.
Según la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), Urbina Soto trasegó varios cargamentos de droga con el expresidente Juan Orlando Hernández, quien cumple una sentencia de 45 años por narcotráfico.
Desde hace ocho meses, Urbina se encuentra recluido en el Metropolitan Detention Center (MDC) en Brooklyn, Nueva York, adonde fue enviado tras su extradición desde Honduras.
Durante este tiempo, las autoridades carcelarias lo han descrito como un interno “muy trabajador, responsable y confiable”.
Según un informe del MDC, el exalcalde de Yoro está desempeñándose como cocinero matutino, responsable de preparar el almuerzo para más de 1,300 reclusos.
Su dedicación y organización han sido elogiadas por las autoridades, quienes destacan que Urbina no solo cumple con sus obligaciones, sino que se ofrece voluntariamente para ayudar en otras áreas de la cocina, incluso en sus días libres
El exalcalde de Yoro cuando lo extraditaron a Estados Unidos. Foto: Policía Nacional.
La carta enviada al juez es un manuscrito de seis páginas en el que el exalcalde de Yoro relata sus 10 años de reclusión, ocho de los cuales los pasó en Honduras, y cómo este tiempo lo ha llevado a un profundo arrepentimiento y a encontrar una nueva fe en Dios.
En su carta, Urbina se presenta como un hombre renovado, comprometido a vivir de acuerdo con los principios que ahora rigen su vida.
“Yo, Arnaldo Urbina Soto, casado con Jonnely Salgado Umanzor y padre de cuatro hijos, con todo el debido y acostumbrado respeto, me atrevo a dirigirme a usted a través de esta carta.
El próximo 13 de septiembre de 2024, recibiré mi sentencia en el tribunal que usted dignamente preside.
El 16 de mayo de 2024, me declaré culpable del delito cometido hace más de diez años, un acto del que me arrepiento profundamente.
Le aseguro que nunca volveré a cometer un delito semejante en mi vida. Este error ha causado una separación prolongada de mi esposa y mis hijos, y desde el 27 de julio de 2014, he estado en prisión.
Provengo de una familia funcional, pero en 1992, cuando tenía solo 12 años, perdí a mi padre en un ataque armado mientras regresábamos a casa.
Fuimos emboscados por hombres armados con rifles AK-47. Mi padre resultó mortalmente herido y falleció horas después en un hospital. Yo también fui herido, pero no de gravedad, y durante más de 30 minutos estuvimos solos hasta que alguien vino a socorrernos. Viví con el temor de que los atacantes regresaran para acabar con nosotros.
Cuatro años después, en 1996, cuando tenía 15 años, nuevamente fui víctima de un ataque armado, esta vez acompañando a mi madre.
Un grupo de hombres armados disparó más de 200 proyectiles, hiriendo gravemente a mi madre, quien logró sobrevivir tras varios días de recuperación. Yo, nuevamente, solo sufrí heridas superficiales.