La presidenta, Xiomara Castro, no renegociará contratos con las empresas privadas generadoras de energía bajo presiones y amenazas de desconectar motores del sistema interconectado, advirtió el ministro de Energía, Erick Tejada.
Esta administración ha estado pagando la millonaria deuda a las empresas, pero tiene claro que, como parte de la refundación nacional, los contratos firmados en administraciones pasadas, deben ser objeto de revisión para beneficio del pueblo, agregó el funcionario.
Detalló que con fecha 26 de abril la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) recibió de parte de la firma Luz y Fuerza de San Lorenzo S.A de C.V (Lufussa) una notificación de que “van a hacer una reducción de inyección de potencia y de energía al sistema interconectado a nivel nacional de 70 megas debido al impago”.
Esta empresa es la única que mandó una advertencia formal, pero en privado “otras han planteado también una postura de negociación bastante dura en torno a desconectar motores del sistema interconectado” lo que demuestra que no se trata de un hecho aislado, expuso el funcionario en rueda de prensa.
DEUDAS Y ABONOS
El también gerente de la ENEE informó que a Lufussa se le deben 1,154 millones de lempiras y todos los meses se le hacen abonos incluyendo a otras generadoras.
En total, a las firmas privadas que suplen de energía a la ENEE se les deben 11 mil cien millones, deuda que proviene de los gobiernos pasados y que esta administración buscará una forma de honrarla en el marco de una renegociación.
Lo extraño, consideró el ministro, es que las empresas que le venden energía al Estado no amenazaron al gobierno pasado con desconectar el sistema pese a la millonaria deuda. “No podemos sentarnos a una mesa de negociación con la presión de que van a desconectar potencia del sistema,”, alertó.
Apeló a la sensatez y comprensión en todos los actores del subsector eléctrico y destacó que el gobierno de la presidenta Castro ya tiene un plan de rescate de la institución en el que participarán todos los sectores.
Reiteró asimismo que la situación económica de la ENEE es “desastroza, espeluznante, tétrica, pavorosa. “Nuestra administración tiene dos caminos: o seguimos bajo la misma ruta actual y fingimos- como lo hicieron otras comisiones que hacían y no hicieron nada- o rescatamos la ENEE bajo principios refundacionales”.