Por estar seriamente afectada de salud, personeros del Instituto Penitenciario, enviaron a evaluación médica a la Dirección General de Medicina Forense, a la exprimera dama, Rosa Elena Bonilla.
Después de la muerte de su hijo en la masacre en las afueras de la Torre Morazán, Bonilla ha estado enferma, no quiere comer, sólo pasa llorando y el encierro la está afectando, dijo uno de los médicos que la evaluó en Támara y que decidió enviarla a Medicina Forense.
Después de su evaluación, las autoridades decidirán el futuro de Rosa Elena Bonilla, ya que su mal se puede agravar si continúa encerrada en la cárcel de mujeres en Támara.